Una mejor educación para los dueños de gatos, más comunicación por parte de los veterinarios, más opciones de medicamentos, herramientas de diagnóstico rápidas y más baratas pueden ayudar a mejorar el uso de antimicrobianos en gatos, lo que tiene implicaciones importantes para el aumento de la resistencia a los antimicrobianos en animales y humanos, según dos nuevos artículos.
La resistencia a los antimicrobianos amenaza hasta 10 millones de vidas humanas al año y puede costarle a la economía mundial billones de dólares, ya que los patógenos resistentes se mueven fácilmente entre humanos y animales, según los autores de los estudios.
En un artículo reciente, "Las perspectivas divergentes de veterinarios y propietarios de gatos son una barrera para reducir el uso de cefovecina en gatos", los investigadores realizaron encuestas para separar cómo las opiniones de los dueños de gatos y de los veterinarios pueden estar contribuyendo al uso excesivo del único antimicrobiano inyectable de acción prolongada para gatos, llamado cefovecina, comercializado bajo el nombre de Convenia.
Si bien la cefovecina es de amplio espectro y más conveniente de administrar, los antimicrobianos orales pueden ser más baratos, de espectro más reducido y proporcionar un tratamiento de menor duración. Esto es importante porque la exposición prolongada a los antibióticos brinda a los patógenos más oportunidades de ganar resistencia.
"Podría dar sólo tres a cinco días de pastillas para una infección del tracto urinario frente a una inyección de cefovecina, que dura siete o más días en concentraciones efectivas, pero persiste en niveles subterapéuticos durante dos meses", asegura el autor principal del estudio Casey Cazer, profesor asistente en el Departamento de Ciencias Clínicas y director asociado del hospital del Servicio de Práctica Comunitaria de Pequeños Animales de la Facultad de Medicina Veterinaria de Cornell.
Puede ser un desafío lograr que los gatos tomen medicamentos orales, aunque los veterinarios creen que los dueños de gatos tienen más dificultades que ellos. Según la encuesta, los veterinarios estimaron que al 60 % de los dueños de gatos les resultaba difícil medicar a sus gatos y al 20 % les resultaba imposible.
"Si los veterinarios piensan 'la mayoría de mis clientes no pueden medicar a sus gatos', entonces es más probable que administren la 'pistola más grande' más intensa [la inyección de cefovecina]", comenta Amelia Greiner Safi, otra de las autoras del artículo.
La encuesta también reveló que algunos veterinarios creían que los dueños de gatos mayores tendrían dificultades para administrar medicamentos orales, un sesgo que no respaldan los propios dueños de gatos. Cuando los dueños de gatos tuvieron dificultades para sujetar a sus gatos o fueron arañados y no pudieron administrarles medicamentos orales, solo el 65 % habló con sus veterinarios después sobre cómo administrar mejor los medicamentos a sus gatos, a pesar de que generalmente confiaban en sus veterinarios como fuentes de información sobre la salud de sus gatos.
"Si hay un área en la que podemos ayudar a los veterinarios a anticipar las necesidades de los dueños de gatos, porque es posible que los dueños de gatos no se comuniquen, podemos ser proactivos en la capacitación de los dueños de gatos y ayudarlos a tener más éxito al administrar medicamentos orales que sean menos problemáticos para la resistencia a los antibióticos", apunta Cazer.
LOS DUEÑOS ESTÁN ABIERTOS A RECIBIR EDUCACIÓN
Es importante destacar que los dueños de gatos también estuvieron abiertos a recibir educación sobre los riesgos y beneficios de los diferentes antibióticos. Al poder elegir entre una inyección, pastillas o líquido, aproximadamente tres de cada cuatro dueños de gatos expresaron que preferían la inyección. Pero cuando se les informó que la inyección podría provocar una resistencia a los antimicrobianos que amenaza a los animales y a los humanos, tres de cada cuatro estuvieron dispuestos a probar un medicamento oral.
"Destaca que podemos, como veterinarios, educar a los dueños de gatos y ayudarlos a tomar mejores decisiones en lo que respecta al uso de antibióticos", afirma Cazer. Según los autores, una simple demostración de cómo restringir y administrar con éxito medicamentos orales podría reducir el uso de cefovecina.
La comprensión de los veterinarios sobre su propio papel en el problema de la resistencia a los antimicrobianos varió: algunos conocían los riesgos generales pero restaban importancia a su propio papel al contribuir al mismo. Investigaciones anteriores han demostrado que el público en general tiene una comprensión limitada de la resistencia a los antimicrobianos.
Los veterinarios también informaron que pueden sucumbir a la administración de cefovecina cuando les preocupan las comorbilidades en gatos mayores, cuando los clientes rechazan pruebas de diagnóstico costosas, cuando no están seguros acerca de los tratamientos y cuando los clientes son agresivos.
Las pruebas de diagnóstico guían la elección de antibióticos adecuados y son una herramienta vital para la administración de antimicrobianos. Los veterinarios y los clientes pueden rechazar las pruebas porque requieren mucho tiempo y son costosas. Sin pruebas, la cefovecina puede percibirse como la alternativa más simple, aunque no sea la ideal.
Un artículo complementario dirigido por Cazer y Safi, proporciona una descripción general de los problemas y formas de prevenir la resistencia a los antimicrobianos. Estos incluyen pruebas de diagnóstico más rápidas y económicas, el desarrollo de nuevos antimicrobianos y una mejor educación y capacitación de veterinarios y dueños de gatos.