Los grandes retos a los que se enfrenta la profesión veterinaria en México "son cada vez más"

Desde tiempos remotos, el humano ha mantenido un vínculo con los animales, pero esta relación se ha ido transformando debido a diversos factores. De acuerdo con la doctora Laura Olivia Arvizu Tovar, docente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los animales siempre han participado en la construcción social, y la Medicina Veterinaria y Zootecnia surge precisamente como respuesta a múltiples contextos donde ambos se ven involucrados.

Esta interacción surge cuando el humano deja de ser nómada e inicia la domesticación de los animales, muchos de ellos traídos por la llegada de los españoles, explica Arvizu, lo cual dio pie al origen de las culturas, religiones y ética, pero también al interés por la captura de animales vivos para su reproducción, cuando antes solo importaba que estuviesen muertos para su consumo inmediato.

A partir de este antecedente, la experta cuenta los factores que actualmente ponen en riesgo el bienestar de la relación entre humano y animal, producto de la evolución y que es donde entra la Medicina Veterinaria y Zootecnia.

Hoy en día “México es uno de los países de América Latina en donde el abandono de animales es más alto”, afirma la experta, quien añade que con base al Censo Canino 2019 realizado por DogHero, alrededor del 70 % de mexicanos abandona a sus mascotas, a pesar de ser una de las naciones con mayor número de animales de compañía.

Por ende, México ocupa el primer lugar en Latinoamérica en cuanto a animales en situación de calle y de 18 millones de canes, solo 5,4 millones tienen un hogar. “Todo esto, a corto, mediano y largo plazo, va a representar un problema de salud pública”, advierte.

En el país, el maltrato animal ya está tipificado como delito federal porque está plasmado en el Código Penal Federal, adicional a ello, 28 de los 32 estados del país lo contemplan en sus códigos penales estatales. “¿Está bien? Sí, sin embargo, estamos actuando de manera correctiva, no preventiva”, señala la doctora, sugiriendo que se deben implementar medidas de educación, salud y responsabilidad por los animales, y “no llegar a estos extremos”, con ayuda de los médicos veterinarios, quienes tienen la responsabilidad de orientar a la sociedad.

Por el lado sanitario, amenazas emergentes, mayores desafíos como los microorganismos resistentes a los medicamentos, el cambio climático, la politización de la información, la desinformación sobre la salud y un incremento del riesgo de introducción de plagas debido a un mundo sin fronteras, “conjuntan un rompecabezas donde la participación de todos los profesionales y ciudadanos debe impactar, y en este caso, también la de los médicos veterinarios zootecnistas”, manifiesta Arvizu.

A esta situación se suma el antropomorfismo, fenómeno impulsado por la globalización que consiste en atribuir formas o cualidades humanas a animales o cosas y por el que la industria de los gatos fue la más popular en 2022 a nivel mundial.

ESTRATEGIAS GLOBALES

Profesionales han creado organismos internacionales y foros donde se toman acciones y medidas para mitigar o prevenir. En referencia a algunos ejemplos relacionados con la sanidad animal, la veterinaria mencionó a la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OMSA), la Organización Mundial del Comercio (OMC), así como el Acuerdo sobre Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio y el Acuerdo sobre Aspectos Comerciales de los Derechos de Propiedad Intelectual (TRIPS). “Como somos parte de estos organismos internacionales, somos miembros, tenemos que ir incorporando acciones de bienestar animal a nuestra legislación, políticas y en los planes de estudios”, agrega.

“Los organismos internacionales han generado estrategias que cada país debe ir realizando. ¿Y cómo las vamos a realizar? A través de los profesionistas veterinarios y del enfoque Una Salud, las buenas prácticas ganaderas, la seguridad alimentaria, la estrategia de combate a la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM), el bienestar animal, el aprovechamiento sustentable, la sostenibilidad, en fin”, detalla.

En la actualidad, según palabras de Arvizu, las actividades de la Veterinaria en México engloban el diagnóstico clínico; medicina veterinaria preventiva; terapéutica médica veterinaria; peritaje y dictamen veterinario; protección sanitaria de productos de origen animal para promover la conservación, distribución y certificación de la calidad de los productos e insumos pecuarios; realización de métodos diagnósticos complementarios, de gabinete o de laboratorio; uso, prescripción y aplicación de productos químicos, farmacéuticos y aplicación de productos biológicos como vacunas, entre otras, “que se han requerido como parte del contexto evolutivo tanto sanitario como de la relación entre los humanos y animales”.

“Nuestro trabajo lo hacemos directamente con los animales, pero nuestro objeto de estudio es promover y mantener la salud pública; los retos son cada vez más y es indispensable que las escuelas y facultades actualicen sus programas para que los egresados sean competitivos en el mercado laboral y ofrezcan servicios médicos veterinarios de calidad”, concluyó.