La dirofilariasis cardiopulmonar es una enfermedad zoonótica transmitida por vectores causada por el parásito nematodo Dirofilaria immitis. Esta enfermedad es cosmopolita y afecta principalmente a cánidos y félidos y accidentalmente a humanos. Las Islas Canarias se consideran zona endémica y algunas de sus islas como las islas de Tenerife y Gran Canaria se consideran hiperendémicas.
Debido a la continua expansión de las enfermedades zoonóticas, favorecidas en gran medida por el cambio climático antropogénico, y su relevancia sanitaria para la salud pública, es necesario realizar estudios detallados para determinar las circunstancias ambientales que las promueven.
Por ello, se acaba de publicar un estudio sobre el riesgo de infección por dirofilariosis en las islas Canarias. Los autores que se encuentran detrás de la investigación son Rodrigo Morchón, Iván Rodríguez Escolar, Ricardo Enrique Hernández Lambraño y José Ángel Sánchez Agudo de la Universidad de Salamanca; José Alberto Montoya-Alonso y Elena Carretón de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; e Irene Serafín Pérez y Carolina Fernández-Serafín de la Universidad de la Laguna.
El objetivo fue desarrollar una propuesta cuantitativa del riesgo de infección por D. immitis utilizando un modelo de nicho ecológico (ENM), teniendo en cuenta variables ambientales y bioclimáticas que afectan la presencia de mosquitos culícidos, para maximizar su resolución y, además, estimar el impacto de las condiciones climáticas futuras en 2080 sobre el riesgo de infección.
"Se procesaron y modelaron diecinueve variables ambientales y bioclimáticas utilizando ArcMap 10 y MaxEnt 3.4. El modelo fue ponderado por el número de Dirofilaria spp. generaciones y validado con la prevalencia y geolocalización de perros infectados por D. immitis en Canarias", explican los investigadores en el estudio.
La investigación concluye que "el mapa de riesgo de infección por D. immitis en Canarias es alto en todas las islas, excepto en las zonas de mayor altitud". Asimismo, "las variables bioclimáticas, la huella humana, los cuerpos de agua artificiales, la densidad de los arbustos y la temperatura son factores delimitantes a tener en cuenta, junto con las generaciones de D. immitis".
Por otra parte, en cuanto al análisis de cambio de rango, "la proyección para 2080 no muestra un gran aumento en la extensión de áreas adecuado para Culex spp., sino más bien una modificación en la distribución de estas áreas".
"Este modelo ayudará a los profesionales veterinarios y de la salud pública a llevar a cabo una prevención y control más eficaz y localizado de la dirofilariosis cardiopulmonar (dirofilariosis)", afirman.
No obstante, subrayan que "se necesitan más estudios para evaluar exhaustivamente el riesgo de infección por D. immitis a nivel local con el fin de tomar precauciones para evitar la posible propagación de la enfermedad".