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Demuestran el impacto de las fibras prebióticas en los niveles de toxinas urémicas en gatos renales
EDICIÓN

Demuestran el impacto de las fibras prebióticas en los niveles de toxinas urémicas en gatos renales

​La intervención nutricional utilizando niveles controlados de proteína de alta calidad e incorporando betaína y una combinación exclusiva de fibras prebióticas actúa sobre el microbioma intestinal de forma positiva
Gato comiendo
Los niveles de antioxidantes aumentaron significativamente tras el consumo del alimento test.

La enfermedad renal crónica (ERC) tiene una incidencia muy alta en la población felina, especialmente en animales de cierta edad. Es una enfermedad de alta complejidad, ya que es difícil de diagnosticar porque los métodos de detección actuales solo revelan su presencia una vez que se ha producido un daño renal significativo. La fibrosis tubulointersticial (cicatrización del tejido renal) es un componente importante en la enfermedad renal tanto felina como humana. Como resultado, la intervención y el tratamiento son un importante desafío.


Si bien no existe una cura definitiva para la ERC en los gatos, diveros tratamientos pueden mejorar y prolongar la vida de los gatos con esta enfermedad.


En este sentido, cada vez es mayor la evidencia que relaciona la enfermedad renal crónica y el microbioma intestinal, cuya alteración (disbiosis) provoca la producción de toxinas urémicas que pueden dañar los riñones y contribuir al avance de la ERC. Aunque los signos clínicos de la ERC pueden ser sutiles (ej. pérdida de peso) o no observarse en absoluto durante años, especialmente en estadios iniciales, las toxinas urémicas ya se están produciendo. Estas toxinas urémicas producidas en el intestino tienen diversos efectos negativos, que pueden ayudar a explicar la patogenia y las consecuencias clínicas de la ERC.


La patogénesis de la disbiosis asociada con la ERC deriva de la comunicación bidireccional existente entre los riñones y el tracto intestinal (el llamado eje intestino-riñón). Entre los factores potenciales que contribuyen a la aparición de disbiosis en estos pacientes se encuentran una ingesta reducida de fibra dietética, un tiempo de tránsito colónico prolongado (estreñimiento), una mayor cantidad de proteína dietética disponible para ser utilizada por las bacterias proteolíticas del colon y la aparición de cambios en la microbiota del colon.


NUEVAS INTERVENCIONES NUTRICIONALES EN PACIENTES CON ERC


El manejo nutricional es la piedra angular del cuidado de los pacientes con ERC, además de ser el único tratamiento que ha demostrado mejorar la esperanza y la calidad de vida en perros y gatos con ERC.


La mayor evidencia clínica en estos pacientes procede de ensayos clínicos aleatorios y controlados que demuestran que proporcionar un alimento dietético renal (Hill’s Prescription Diet k/d) da Iugar a mayores tiempos de supervivencia y a una mejor calidad de vida en gatos con ERC contra los alimentos de mantenimiento típicos para mascotas.


Con respecto a la disminución del acúmulo de toxinas urémicas, tradicionalmente el foco se ha puesto en la reducción del aporte de proteína dietética en animales con ERC en estadios avanzados. No obstante, dados los recientes descubrimientos sobre los efectos perjudiciales de las toxinas urémicas en los estadios iniciales de ERC y sobre el impacto de la disbiosis intestinal, se hace necesario ampliar las opciones de manejo.


Además, las toxinas urémicas generadas en el intestino están unidas a proteínas y no pueden eliminarse eficazmente por medio de la diálisis o la fluidoterapia, por lo que se han evaluado nuevas opciones nutricionales con el objetivo de reducir su producción.


En el Centro de Nutrición Animal de Hill’s han investigado los efectos de distintas intervenciones nutricionales sobre el microbioma intestinal y sobre la consiguiente producción de toxinas urémicas en gatos sanos y con ERC. En base a los resultados de estos estudios, han evaluado dos planteamientos nutricionales, el primero es la utilización en la dieta de cantidades reducidas de proteína de alta calidad/altamente digestible, para que exista menor cantidad de sustrato para la producción de toxinas urémicas por las bacterias intestinales, y el segundo es la inclusión en la dieta de betaína y de fibras prebióticas (fructooligosacáridos de cadena corta y beta-glucano de avena) para promover un equilibrio microbiano intestinal en el que predominen las bacterias que utilizan los carbohidratos (bacterias sacarolíticas) frente a las que fermentan las proteínas (bacterias proteolíticas), lo que da Iugar a una menor producción de toxinas urémicas perjudiciales.


PROPORCIONAR CANTIDADES CONTROLADAS DE PROTEÍNA DE ALTA CALIDAD


Un estudio con gatos con ERC en estadio inicial (estadio IRIS 1) alimentados durante 111 días con una dieta con el mismo nivel de fósforo (0,5 % como alimento, 96 mg/100 kcal) pero distintos niveles de proteína,  mostró que aquellos que consumieron la dieta con menor cantidad de proteína tuvieron niveles significativamente menores de toxinas urémicas intestinales en plasma.


Los niveles de indol-sulfatos como 3-indoxiI sulfato, 5-hidroxindoI sulfato, 6-hidroxindoI sulfato, 3-hidroxindoIin-2-ona sulfato e indoIin-2-ona aumentaron con el aumento de la ingesta proteica. Asimismo, el ratio proteína/creatinina medio se redujo significativamente al reducir la proteína de la dieta.


INCLUIR EN LA DIETA BETAINA Y UNA COMBINACIÓN EXCLUSIVA DE FIBRAS PREBIÓTICAS


Estudios recientes en gatos con ERC en estadio inicial han demostrado que incluir en la dieta betaína y una combinación exclusiva de fibras prebióticas (ActivBiome+ Kidney Defense) proporciona efectos beneficiosos, entre otros una reducción de las toxinas urémicas, un aumento de los antioxidantes, una reducción de los marcadores de inflamación y estrés oxidativo, un aumento de las bacterias intestinales beneficiosas y un aumento de la masa corporal.


Se Ilevó a cabo un estudio cruzado con 10 gatos sanos y 10 gatos con ERC en estadio IRIS 1 o 2. Los gatos consumieron Hill’s Prescription Diet k/d seco durante las 2 semanas previas al inicio del estudio y posteriormente pasaron a consumir aleatoriamente dos alimentos con fibra añadida (bien el alimento previo al estudio con betaína, beta-glucano de avena y FOS de cadena corta, bien el alimento previo al estudio con betaína, beta-glucano de avena y pulpa de manzana) durante 4 semanas cada uno.


Antes de iniciar el estudio, todos los gatos con ERC tenían concentraciones plasmáticas significativamente mayores de creatinina, urea y toxinas urémicas intestinales (como indol-sulfatos) que los gatos sanos.


Los gatos con ERC tuvieron concentraciones significativamente menores de toxinas urémicas fenólicas (guaiacol sulfato y 4-viniIfenoI sulfato} tras consumir el alimento con FOS de cadena corta vs. tras el consumo de pulpa de manzana.


Por lo tanto, se puede deducir que el consumo del alimento con FOS de cadena corta generó un aumento de las bacterias intestinales beneficiosas en los gatos con ERC, cosa que no ocurrió con la pulpa de manzana, lo que indica que en gatos con ERC es preferible el uso de una fibra rápidamente fermentable, como los FOS de cadena corta, frente a la pulpa de manzana.


En otro estudio, siete gatos con ERC consumieron Hill’s Prescription Diet k/d durante 4 semanas, pasando luego a consumir bien k/d (alimento control), bien k/d con betaína y fibras añadidas (alimento test) durante 8 semanas antes de cambiar al otro alimento (estudio de diseño cruzado) durante otras 8 semanas.


No se observaron diferencias significativas en la ingesta de alimento (alimento control vs. alimento test); sin embargo, la masa corporal total de los gatos (determinada mediante DEXA) fue significativamente mayor tras el consumo del alimento test vs. tras el consumo del alimento control.


Por otro lado, los niveles de antioxidantes (gamma-tocoferol y beta-tocoferol) aumentaron significativamente tras el consumo del alimento test.


Las toxinas urémicas derivadas del metabolismo bacteriano disminuyeron significativamente en la orina y aumentaron en las heces de los gatos cuando consumieron el alimento test.


En resumen, los estudios han demostrado que el microbioma de gatos con ERC es significativamente diferente al de gatos sanos. Esta disbiosis se caracteriza por un cambio del microbioma hacia un metabolismo proteolítico, lo que genera un aumento de la producción de toxinas urémicas a nivel intestinal, una alteración de la barrera intestinal y un mayor daño renal.


La intervención nutricional utilizando niveles controlados de proteína de alta calidad e incorporando betaína y una combinación exclusiva de fibras prebióticas (FOS de cadena corta} en Hill’s Prescription Diet k/d (Hill’s Prescription Diet k/d ActivBiome+ Kidney Defense) actúa sobre el microbioma intestinal “aumentando los niveles de antioxidantes, las poblaciones de bacterias intestinales beneficiosas y la masa corporal, y reduciendo al mismo tiempo los marcadores inflamatorios, el estrés oxidativo y los niveles de toxinas urémicas”.

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