Prueban en México el uso de probióticos para promover la ganancia de peso en terneros

El microbiota intestinal ha sido reconocido como un órgano clave en animales y humanos debido a sus funciones asociadas relacionadas con la recolección y absorción de nutrientes involucrados en el gasto de energía. En concreto, el tracto gastrointestinal bovino, considerado estéril al nacer, es rápidamente colonizado por bacterias e involucra un microbiota muy complejo en respuesta a diversos factores como el sexo, la genética y el exposoma (alimentación, condiciones ambientales, niveles de estrés, entre otros).

Por lo tanto, las perturbaciones en el microbiota intestinal se han relacionado con la aparición o desarrollo de varias patologías o incluso con pérdidas en las capacidades metabólicas e inmunológicas del animal. Así, la modulación del microbiota se ha convertido en una de las principales estrategias para mantener un microbiota intestinal sana en los animales, asegurando su correcto desempeño en la obtención de energía a partir de nutrientes y modulando la respuesta inmune para mejorar la tolerancia y resistencia a agentes patógenos.

En este contexto, se ha informado que la correcta colonización del microbiota intestinal al nacer aumenta positivamente el éxito en el desarrollo del sistema inmunológico, contribuyendo a mantener un buen estado de salud en los animales. Los probióticos, que se refieren al uso de microorganismos vivos como suplemento nutricional para conferir un beneficio a la salud del huésped, han sido una de las principales estrategias basadas en la modulación del microbiota para mejorar el estado de salud y el rendimiento en varias especies animales productivas, incluidas las vacas lecheras.

COMUNIDAD BACTERIANA DURANTE LOS PRIMEROS DÍAS DE VIDA

Las comunidades bacterianas asociadas al rumen se adquieren desde los primeros días de vida, antes del desarrollo ruminal. Estas comunidades se definen principalmente por las interacciones del recién nacido con factores ambientales como el contacto con la madre durante el parto, el calostro y la leche, y el establecimiento de las comunidades bacterianas ocurre los primeros 12 días después del nacimiento. Por este motivo, se ha demostrado que la intervención con probióticos a base de bacterias es más eficiente cuando se realiza en terneros jóvenes.

Las bacterias del ácido láctico (BAL), consideradas residentes naturales del tracto gastrointestinal (TGI) y de numerosos alimentos fermentados, han sido ampliamente utilizadas como probióticos, principalmente varios miembros del género Lactobacillus, que recientemente fue reclasificado en 25 géneros, debido a su versatilidad. en el uso de sustratos, capacidad de colonización y efectos beneficiosos.

Por todo ello, un estudio realizado en México por investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) y el Centro Universitario de los Altos tuvo como objetivo evaluar los efectos del uso de probióticos a base de BAL en el establecimiento del microbiota del TGI y los parámetros de crecimiento de terneros.

Se realizó una suplementados con dos probióticos a base de Lactobacillus, individualmente (6BZ o 6BY) o su combinación (6BZ + 6BY), administrados con la misma concentración (1 × 10 ⁹UFC/kg de peso) en tres tiempos, entre los días 5 y 19 después del nacimiento.

El grupo de control estuvo formado por terneros que no recibieron suplementos de probióticos. Los parámetros de crecimiento se registraron semanalmente hasta las ocho semanas y a las edades de tres, cuatro y cinco meses de los terneros.

MAYOR TASA DE CRECIMIENTO

El microbiota fecal se describió mediante secuenciación de alto rendimiento y bioinformática. Aunque no se observaron efectos significativos con respecto al aumento diario de peso y altura entre los terneros suplementados y no suplementados con probióticos, el análisis de correlación mostró que la tasa de crecimiento fue positiva hasta el mes 5 a través de la suplementación con probióticos, principalmente cuando se suministraron los probióticos de dos cepas.

Asimismo, se observaron efectos de modulación sobre el microbiota en terneros suplementados con probióticos, mejorando las proporciones de Bacteroidota: Firmicutes y Proteobacteria.

Por lo tanto, utilizando el esquema de tres administraciones, “el probiótico de dos cepas mejoró la tasa de crecimiento y el perfil del microbiota intestinal en terneros lecheros recién nacidos. Sin embargo, se podrían lograr efectos positivos aplicando más administraciones del probiótico durante los primeros 20 días de vida del ternero”, comentan.

En conclusión, “este estudio demostró que el uso de dos Lactobacillus dio como resultado mayores pesos después del período de alimentación con leche y al menos durante los primeros cinco meses de vida de los terneros suplementados, principalmente cuando se utilizaron las dos cepas combinadas”.

Esto podría estar relacionado, comentan los autores, con la modulación del microbiota intestinal, expresada como cambios en la composición y estructura del microbiota fecal de los terneros suplementados con probióticos, promoviendo un equilibrio entre los filos bacterianos más representativos.

Sin embargo, explorar un esquema de administración diferente que considere una exposición más prolongada de los terneros al probiótico “sería fundamental para mejorar la ganancia diaria de peso y talla y aumentar, en mayor medida, la abundancia relativa de grupos de microorganismos considerados probióticos en el rumen”.