El pasado 21 de agosto, los servicios veterinarios oficiales de Italia notificaron un foco de peste porcina africana en una explotación de cerdos domésticos en el municipio de Montebello della Battaglia, en la provincia de Pavia, en una zona incluida en el Anexo del Reglamento de ejecución (EU) 2023/594, zona que no había estado afectada por la enfermedad hasta ahora, anexa a la zona infectada por brote en jabalíes silvestres al noroeste del país.
Desde entonces, y hasta el pasado 30 de agosto de 2023, se han notificado otros dos nuevos focos de la enfermedad en la zona, siendo los tres casos detectados en explotaciones comerciales de cebo. El primero de estos nuevos focos fue detectado en un cebadero en el municipio de Zinasco, provincia de Pavía, con un total de 2.230 cerdos, entre los que se habían hallado 31 cerdos muertos, lo que motivó la nueva sospecha, según la información facilitada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Los servicios veterinarios oficiales tomaron muestras para su análisis en el Laboratorio Nacional de Referencia, donde resultaron positivas a la detección de genoma del virus. El tercer foco se dio en otra explotación comercial en el mismo municipio, a algunos kilómetros de distancia de la anterior y con un censo de 26 cerdos, tras la detección de hasta 23 cerdos muertos.
MEDIDAS DE CONTROL
Las autoridades italianas están implementando en la zonas afectadas las medidas de control contempladas en el Reglamento Delegado 2020/687 de la Comisión, por el que se completa el Reglamento 2016/429 del Parlamento Europeo y del Consejo en lo referente a las normas relativas a la prevención y el control de determinadas enfermedades de la lista, que incluyen en relación con los focos en porcino doméstico la inmovilización y vaciado sanitario de las explotaciones afectadas, eliminación de cadáveres de animales matados así como eliminación de los productos susceptibles de estar contaminados, adopción de una zona de protección y de vigilancia alrededor de las explotaciones afectadas con restricción de movimientos, e investigación epidemiológica para tratar de identificar el origen de la infección, entre otras.
Concretamente, se están realizando más controles en otras explotaciones localizadas en la zona para determinar el alcance de la difusión viral en la misma.
Asimismo, recuerdan la importancia de aplicar unas adecuadas medidas de bioseguridad en las explotaciones de porcino, en el transporte animal, así como en relación con los cazadores que viajen a países afectados o de riesgo por la presencia de la enfermedad y que pudieran contribuir, involuntariamente, a la expansión de la enfermedad al regresar a nuestro país.
De igual forma, destacan "la gran importancia de garantizar el buen funcionamiento de los sistemas de vigilancia pasiva para detectar tempranamente la enfermedad, para lo que es vital que se comunique a los Servicios Veterinarios Oficiales cualquier indicio de la enfermedad que pudiera aparecer en nuestros animales, tanto en las explotaciones y medios de transporte de animales, como en el medio natural en los jabalíes silvestres".