El cáncer es la principal causa de muerte de perros en general, con hasta un 27 % de las muertes de perros atribuidas a esta enfermedad. Este riesgo es mayor para perros de razas grandes y mayores de 10 años.
El cáncer y sus tratamientos provocan alteraciones en el estado nutricional, como pérdida de apetito y caquexia en muchas especies. En humanos que se someten o sobreviven más allá del tratamiento, la evidencia de la efectividad de las estrategias dietéticas es inconsistente, lo que podría reflejar la complejidad de las relaciones entre varios factores nutricionales y la biología del cáncer.
Igualmente, existen pocos estudios que exploren el uso de estrategias nutricionales específicas para perros con cáncer. No obstante, los dueños de mascotas pueden optar por dietas comerciales específicas, así como recetas de dietas caseras, aunque estas últimas no suelen cumplir con los estándares nutricionales.
Dada la importancia de la nutrición en los perros con cáncer, y debido a que los dueños pueden cambiar la dieta después del diagnóstico, es importante que los veterinarios recopilen información sobre los productos con los cuales los dueños están alimentando a sus perros y cómo un diagnóstico de cáncer afecta esto.
Hay datos limitados sobre alteraciones relacionadas con el uso de suplementos o estrategias dietéticas específicas, como sin cereales u orgánica. La información del historial de la dieta, incluido el uso de suplementos, es esencial para realizar la evaluación nutricional, y comprender por qué se realizan ciertos cambios es importante para asesorar al cliente y desarrollar planes de tratamiento sólidos. Esto es especialmente relevante en los casos en que los propietarios están cambiando a dietas caseras potencialmente desequilibradas o agregando productos animales crudos que conllevan el riesgo de contaminación con bacterias patógenas.
Por ello, un estudio realizado en EEUU buscó determinar cómo los dueños de perros alteraron la dieta y el uso de suplementos en respuesta a un diagnóstico de cáncer. Se encuestó a los propietarios sobre las dietas y los suplementos administrados antes y después del diagnóstico. También se indagaron los motivos de dichas alteraciones, así como los recursos informativos utilizados por los dueños de perros con cáncer. Con base en estudios previos, los autores esperaron que los cambios más comunes involucraran el inicio de suplementos, así como la reducción o interrupción de productos dietéticos comerciales a favor de alimentos preparados en el hogar.
Se realizó una encuesta con varias preguntas sobre 438 propietarios. La encuesta contenía 62 preguntas sobre la dieta, el uso de suplementos y las golosinas, y cómo se modificaron después de un diagnóstico de cáncer. Finalmente, implantando los criterios de exclusión, se conservaron 120 encuestas para el análisis.
PÉRDIDA DE APETITO
En respuesta a un diagnóstico de cáncer, el 54,8 % de los propietarios modificó la dieta o los suplementos, o ambos. El recurso informativo más común para recopilar información sobre las dietas de los perros fueron los veterinarios (53,9 %).
Entre los propietarios que cambiaron la dieta de sus perros (61), la razón más común fue la pérdida de apetito (22, 36 %), seguida de la recomendación del veterinario y la consideración que la dieta anterior no era saludable.
La categoría de dieta especial más común alimentada antes del diagnóstico fue la dieta libre de cereales, y la más común después del diagnóstico fue una dieta veterinaria.
Igualmente, el uso de alimentos preparados en el hogar aumentó significativamente después de un diagnóstico de cáncer.
En cuanto a los suplementos, los productos de apoyo articular fueron los complementos más comunes antes (37,4 %) y después (35,0 %) del diagnóstico. Otros complementos añadidos por los dueños tras el diagnostico de cáncer fueron suplementos a base de cannabidiol.
Ante estos datos, los autores concluyen que “muchos dueños de perros alteran la ingesta nutricional de su perro después de un diagnóstico de cáncer. Estos propietarios deben recibir información relacionada, incluidos los alimentos y suplementos preparados en el hogar”.
Por otro lado, explican que el recurso de información más común para dietas y suplementos fueron los veterinarios. “Los veterinarios son un recurso clave para proporcionar información nutricional, especialmente después de un diagnóstico de cáncer”.
Además, como muestran los datos, muchos dueños de perros alteran la dieta de sus perros. Estos hallazgos “subrayan la importancia de recopilar y evaluar un historial dietético completo para realizar un asesoramiento eficaz del cliente por parte del equipo de atención veterinaria para ayudar a guiar y garantizar el uso seguro de las dietas, y los productos complementarios”.
FÓRMULAS NUTRICIONALES ADAPTADAS A MASCOTAS CON CÁNCER
Hill’s Pet Nutrition, líder mundial en alimentación para mascotas, ha lanzado recientemente su última innovación: Prescription Diet On Care, un apoyo nutricional fundamental para mascotas que viven con una enfermedad grave como el cáncer.
Hill’s Prescription Diet On Care contiene una formulación exclusiva de nutrientes que estimula el apetito y favorece una mayor ingesta de alimentos.
Además, con su alta densidad calórica, ayuda a garantizar que se satisfagan las necesidades nutricionales de pacientes con enfermedades graves como el cáncer. Su fórmula incluye la revolucionaria tecnología ActivBiome+ de Hill’s, una combinación de prebióticos que nutre el microbioma intestinal y ha probado que ayuda a mantener unas heces más saludables.