La leptospirosis es una de las zoonosis más extendidas a nivel mundial y puede infectar tanto a humanos como a muchas especies animales, incluidos perros y, más raramente, gatos. Sin embargo, el papel del gato como huésped susceptible y reservorio ambiental potencial de leptospira aún no ha sido bien definido.
Un estudio publicado recientemente ha documentado por primera vez en Europa un caso de infección por Leptospira interrogans, serogrupo Australis ST24, en un gato joven que vivía en libertad. Se ha demostrado una comorbilidad de panleucopenia felina (FPV) en el sujeto.
La leptospirosis en gatos tiene aspectos aún sin resolver; los estudios epidemiológicos pretenden esclarecer el cuadro patológico de la enfermedad y el papel de esta especie como posible reservorio de la infección. Por ejemplo, aunque los gatos al aire libre están potencialmente expuestos a la infección a través del posible contacto con el medio ambiente y con animales salvajes y/o sinantrópicos, manifiestan enfermedades clínicas con mucha menos frecuencia que los perros.
El gato en el que se demostró la infección presentó un estado grave, que resultó fatal, “también debió en parte a la coinfección por la panleucopenia”. El FPV es un virus que provoca, entre otros, inmunosupresión, “por lo que puede haber favorecido la manifestación clínica de la leptospirosis”, explican los autores del trabajo.
Aunque todavía no se ha demostrado una correlación entre enfermedades infecciosas debilitantes/inmunosupresoras y formas graves de leptospirosis en gatos, “se han documentado algunos casos clínicos de sospecha de leptospirosis en sujetos con enfermedades concurrentes con un efecto inmunosupresor y/o debilitante”.
1 DE CADA 10 GATOS ESTÁ INFECTADO POR LEPTOSPIRA
En los últimos años, varios estudios reportaron la presencia de Leptospiras en orina o riñones de gatos asintomáticos. Esto sugiere que los gatos domésticos pueden estar actuando como portadores renales y excretores de Leptospira.
Con el fin de arrojar luz sobre el papel de los gatos en la dinámica de las infecciones por leptospiras, un equipo de científicos publicaba recientemente una revisión sistemática y un metanálisis de los datos publicados. Los objetivos fueron, por un lado, obtener una estimación integrada de la seroprevalencia de anticuerpos contra leptospiras, incluida la prevalencia de Leptospiras patógenas en la orina y los riñones de gatos domésticos y, por otro lado, caracterizar qué gatos son más susceptibles a la infección. Para realizar el trabajo, se examinaron cinco bases de datos científicas en busca de estudios observacionales publicados entre 1979 y 2022.
Tal y como recogía Diario Veterinario, el trabajo determinó que la prevalencia de leptospiras en orina fue del 3,7 % y la prevalencia de las bacterias en tejido renal fue del 12,8 %.
La seroprevalencia del 11,7 % detectada en gatos “es inferior al 18 % estimado para perros en un metanálisis similar. Sin embargo, los signos clínicos de leptospirosis en gatos son poco frecuentes y difíciles de detectar”.
Asimismo, la seroprevalencia fue mayor en Europa en comparación con América Latina y el Caribe, y mostró una leve disminución a lo largo de los últimos años. Los gatos al aire libre tenían casi tres veces más probabilidades de infección con Leptospira.
Los resultados sugerían que “la leptospirosis felina debe recibir especial atención en la clínica veterinaria, ya que la exposición a las leptospiras puede ocurrir en aproximadamente 1 de cada 10 gatos, y con mayor frecuencia en gatos con acceso a la calle”.