Las leptospiras patógenas se excretan al medio ambiente con la orina de mamíferos infectados, como pueden ser ratas, perros y ganado La principal fuente de infección es por contacto con agua o suelo contaminado. Sin embargo, los gatos domésticos tienden a evitar el contacto con el agua, y la transmisión puede ocurrir durante la caza de roedores o por contacto con la orina de animales infectados.
Los gatos no suelen presentar manifestaciones clínicas de leptospirosis y la respuesta de anticuerpos tiende a ser baja y decae rápidamente. Esto ha llevado a la idea errónea de que los gatos son resistentes a la leptospirosis.
En los últimos años, varios estudios reportaron la presencia de Leptospiras en orina o riñones de gatos asintomáticos. Esto sugiere que los gatos domésticos pueden estar actuando como portadores renales y excretores de Leptospira. Para caracterizar el papel de los gatos en la dinámica de las infecciones por leptospiras, un equipo de científicos llevó a cabo una revisión sistemática y un metanálisis de los datos publicados. Los objetivos fueron, por un lado, obtener una estimación integrada de la seroprevalencia de anticuerpos contra leptospiras, incluida la prevalencia de Leptospiras patógenas en la orina y los riñones de gatos domésticos y, por otro lado, caracterizar qué gatos son más susceptibles a la infección.
Para realizar el trabajo, se examinaron cinco bases de datos científicas en busca de estudios observacionales publicados entre 1979 y 2022. La prevalencia general de anticuerpos contra leptospiras en riñón/orina se estimó utilizando modelos informáticos.
MAYOR SEROPREVALENCIA EN EUROPA
La búsqueda bibliográfica identificó 61 publicaciones aptas que revelaron una seroprevalencia global del 11,7 %. La prevalencia de leptospiras en orina fue del 3,7 % y la prevalencia de las bacterias en tejido renal fue del 12,8 %.
La seroprevalencia del 11,7 % detectada en gatos “es inferior al 18 % estimado para perros en un metanálisis similar. Sin embargo, los signos clínicos de leptospirosis en gatos son poco frecuentes y difíciles de detectar”.
Asimismo, la seroprevalencia fue mayor en Europa en comparación con América Latina y el Caribe, y mostró una leve disminución a lo largo de los últimos años. Los gatos al aire libre tenían casi tres veces más probabilidades de infección con Leptospira.
Los resultados sugieren que “la leptospirosis felina debe recibir especial atención en la clínica veterinaria, ya que la exposición a las leptospiras puede ocurrir en aproximadamente 1 de cada 10 gatos, y con mayor frecuencia en gatos con acceso a la calle”.
Asimismo, los autores explican que “los gatos domésticos deben ser considerados como potenciales portadores de Leptospira al diseñar estrategias de salud pública para el control y prevención de la leptospirosis”. El estudio, por tanto, pone de manifiesto que “se requiere más investigación para mejorar el conocimiento del papel de estos animales en el ciclo de transmisión ambiental”.