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Presentan un caso de agresividad canina tratada con complementos nutracéuticos

Presentan un caso de agresividad canina tratada con complementos nutracéuticos

Tras el diagnóstico de agresión relacionada con la ansiedad, el etólogo veterinario le indicó un tratamiento farmacológico y nutracéutico junto con rehabilitación conductual
Perro agresivo
Los comportamientos agresivos y violentos pueden considerarse un fenómeno multifactorial.

En los últimos años, de los perros se ha tenido en cuenta su capacidad para entablar relaciones mutuas con humanos, así como para establecer acciones cooperativas, que incluyen pastoreo, caza, guía de personas con discapacidad, o cuidados, que muchas personas aprovechan para mejorar la calidad de vida.

 

Los perros con dueño generalmente dependen completamente de los humanos para satisfacer sus necesidades básicas, como comida, agua y hogar, lo que sugiere la necesidad de un conocimiento más profundo sobre las interacciones entre humanos y perros para garantizar un bienestar inter e intraespecífico adecuado.

 

De acuerdo con eso, los comportamientos disfuncionales de los perros, caracterizados principalmente por rasgos agresivos hacia personas, perros u otras especies, se consideran uno de los principales problemas en cuanto a la tenencia de perros.

 

Los episodios de agresión pueden provocar lesiones, transmisión de enfermedades y cirugías en humanos o de los propios perros. Estos problemas pueden hacer que los dueños experimenten sensaciones negativas que puedan contribuir al abandono. Vale la pena subrayar que la agresión no se considera un diagnóstico sino un síntoma, por lo que sólo se puede afrontar de forma adecuada cuando se ha trazado un perfil clínico claro.

 

Los comportamientos agresivos se pueden agrupar en varias categorías. De hecho, dependiendo de sus actitudes, los cánidos pueden mantener la distancia o marcar constantemente su territorio, mostrar comportamientos maternales o temerosos, así como competencia entre perros y personas.

 

Desafortunadamente, las agresiones de los perros hacia los dueños representan una amenaza para la salud pública, y la comprensión de la etiopatología de la agresión, así como los tratamientos efectivos, aún son insuficientes en la actualidad.

 

Por lo tanto, los comportamientos agresivos y violentos pueden considerarse un fenómeno multifactorial y su expresión está regulada por factores genéticos, fisiológicos, evolutivos, ambientales y sociales.

 

Tratamiento integral de la agresividad canina

 

En este sentido, para reducir los riesgos y mejorar el bienestar del perro, es necesario tener un diagnóstico y pronóstico del paciente con trastorno de conducta y luego aplicar todas las estrategias terapéuticas posibles, como conductuales o farmacológicas.

 

Por lo tanto, para prevenir futuras agresiones y lesiones hacia animales o humanos, se debe tener en cuenta un programa de tratamiento adecuado en el manejo de la agresión canina. En este sentido, una evaluación y tratamiento médico preciso, educación de la familia, recomendaciones de seguridad, cambios de manejo, modificaciones de comportamiento, así como herramientas de manejo y medicación, son obligatorios para construir una relación adecuada entre dueño y perro.

 

La eficacia del tratamiento con fluoxetina ha sido considerada como una de las principales opciones terapéuticas para reducir y mitigar la agresión de los perros hacia sus dueños. El inhibidor de la recaptación de serotonina, la fluoxetina, se ha utilizado durante mucho tiempo para tratar los trastornos del comportamiento en perros, incluida la agresión, el trastorno compulsivo y la ansiedad por separación, debido a su capacidad para reducir la impulsividad.

 

A este respecto, un estudio realizado en Italia ha investigado el impacto de un enfoque integrado basado en el tratamiento nutracéutico casozepina α-s1 junto con fluoxetina, sumado a un programa de rehabilitación, sobre el comportamiento agresivo interespecífico en un perro.

 

Agresión relacionada con ansiedad

 

El caso se presentó en un macho de 4 años de edad, Lagotto Romagnolo, de 21 kg, que fue sometido a un examen de comportamiento ya que agredió en varias ocasiones al propietario. El animal fue rescatado de la calle mientras unos niños lo golpeaban.

 

Todas las agresiones parecían estar desestructuradas sin una fase de amenaza (ni ladridos ni gruñidos). Durante el examen conductual en el domicilio del perro, el paciente presentaba un estado de agitación persistente, hipermotricidad, jadeo y vocalizaciones continuas, como súplica de atención y alimento.

 

Tras el diagnóstico de agresión relacionada con la ansiedad, el etólogo veterinario le indicó un tratamiento farmacológico y nutracéutico, junto con rehabilitación conductual. En particular, el paciente recibió α-s1 casozepina, concretamente el fármaco Zylkene® de laboratorios Vetoquinol, a dosis de 30 mg/kg dos veces al día, y fluoxetina, a 0,8 mg/kg una vez al día, durante 9 meses, recoge el trabajo.

 

Asimismo, se inició el programa de rehabilitación quince días después del tratamiento. El objetivo fue modificar la secuencia de amenaza en el paciente y reducir la impulsividad a través de las actividades de juego realizadas con los propietarios.

 

Sin recaídas tras finalizar el tratamiento
 

Las sesiones de terapia conductual fueron semanales al inicio (3 meses), pasando a ser quincenales en la fase intermedia (3 meses) en el domicilio del perro. En los últimos tres meses, los propietarios seguían realizando por su cuenta las actividades y rutinas aprendidas durante la rehabilitación.

 

Nueve meses después del tratamiento y la rehabilitación conductual, los propietarios informaron una reducción significativa en los eventos agresivos en términos de intensidad y frecuencia.

 

Además, el paciente no experimentó ninguna recurrencia, incluso 3 meses después de finalizar el tratamiento. El éxito del enfoque integrado e interdisciplinario fue evaluado por el etólogo veterinario y los propietarios.

 

Ante este caso, los autores consideran que estos hallazgos podrían “allanar el camino para el uso clínico casozepina para un régimen a largo plazo como complemento de la terapia convencional para hacer frente a la agresión y garantizar el bienestar de las mascotas”.

 

También reconocen que los informes de casos “no brindan evidencia definitiva, pero son útiles para resaltar observaciones de importancia para la profesión”.

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