El comportamiento agresivo en los perros puede incluir gruñidos, ladridos, chasquidos y mordeduras. Estos gestos son parte de la comunicación canina normal y también ocurren en situaciones no agresivas, como durante el juego. No obstante, el comportamiento agresivo puede ser excesivo, lo que convierte al perro en una amenaza para la salud tanto de los humanos como de otros animales.
Un estudio que abarcó a unos 9.000 perros realizado por la Universidad de Helsinki, demostró que el miedo, la edad, la raza, la compañía de otros miembros de la misma especie y la experiencia previa del dueño con los perros se asociaron con un comportamiento agresivo hacia los humanos. Los hallazgos pueden potencialmente proporcionar herramientas para comprender y prevenir el comportamiento agresivo.
"Es importante comprender los factores que subyacen al comportamiento agresivo. ¿En qué tipo de circunstancias se produce el comportamiento agresivo y cuál es el motivo del perro?. Al mismo tiempo, la agresividad puede ser causada por problemas de bienestar, como el dolor crónico ", señala la investigadora, Salla Mikkola de la Universidad de Helsinki.
EL MIEDO TIENE UN FUERTE VÍNCULO CON LA AGRESIVIDAD
El grupo de investigación examinó las conexiones entre el comportamiento agresivo y varios factores de riesgo potenciales con la ayuda de un conjunto de datos que abarca más de 9.000 perros, y una muestra de datos de encuestas de comportamiento de casi 14.000 perros. El estudio investigó la agresividad tanto hacia los dueños de perros como hacia seres humanos desconocidos. Los perros se clasificaron como agresivos si gruñían con frecuencia y / o habían intentado morder o habían mordido a un humano, al menos ocasionalmente, en las situaciones descritas en la encuesta.
"El miedo de los perros tenía un fuerte vínculo con el comportamiento agresivo, y los perros temerosos tenían muchas veces más probabilidades de comportarse agresivamente. Además, los perros mayores eran más propensos a comportarse agresivamente que los más jóvenes. Una de las posibles razones detrás de esto puede ser el dolor causado por una enfermedad. El deterioro de los sentidos puede contribuir a que sea más difícil notar que las personas se acercan, y las respuestas de los perros a situaciones repentinas pueden ser agresivas ", agrega Mikkola.
Asimismo, los perros pequeños tienen más probabilidades de comportarse de forma agresiva que los perros medianos y grandes, pero su comportamiento agresivo no se considera necesariamente tan amenazante como el de los perros grandes. En consecuencia, no se aborda su comportamiento. Además, el estudio encontró que los perros machos eran más agresivos que las hembras. Sin embargo, la esterilización no tuvo ningún efecto sobre el comportamiento agresivo.
Los perros de dueños primerizos tenían más probabilidades de comportarse agresivamente en comparación con los perros cuyos dueños tenían experiencia previa con perros. El estudio también indicó que los perros que pasan tiempo en compañía de otros perros se comportan de forma menos agresiva que los perros que viven sin otros perros en el hogar. Si bien este fenómeno se ha observado en investigaciones anteriores, la causalidad sigue sin estar clara.
"En el caso de perros propensos al comportamiento agresivo en primera instancia, es posible que los dueños no necesariamente deseen correr el riesgo de tener conflictos con otro perro", reflexiona Mikkola.
Por otra parte, parece existir un componente genético de la agresividad relacionado con la raza. "En nuestro conjunto de datos, el collie de pelo largo, el caniche (juguete, miniatura y mediano) y el schnauzer miniatura eran las razas más agresivas. Estudios previos han demostrado que existe temor en los collies de pelo largo, mientras que las otras dos razas expresan agresividad comportamiento hacia personas desconocidas. Como era de esperar, las razas populares de Labrador Retriever y Golden Retriever estaban en el otro extremo. Las personas que estén considerando tener un perro deben familiarizarse con los antecedentes y las necesidades de la raza. En cuanto a los criadores, también deben prestar atención al carácter de los candidatos a madres, ya que tanto el miedo como el comportamiento agresivo son heredados”, indica el profesor Hannes Lohi de la Universidad de Helsinki.