Para que un cachorro llegue a ser un perro adulto sociable es muy importante llevar a cabo una buena socialización desde temprana edad, comenzando siempre cuando haya completado su protocolo de vacunación. Socializar a un cachorro es enseñarle, de manera gradual y tranquila, ese nuevo mundo en el que va a vivir, permitiéndole conocer los distintos entornos, sonidos, personas, animales o experiencias para que gane confianza ante nuevas situaciones. Para lograrlo, el entrenamiento es clave, pero siempre respetando la naturaleza del animal y su bienestar, ante todo.
Por ello, Bruna Fernandes, educadora canina de Royal Canin, ofrece una serie de consejos centrados en la educación de los perros en sus primeras etapas.
En primer lugar, recomienda facilitar y asegurar la calidad de los contactos del cachorro mediante la búsqueda de perros sociables y equilibrados, ya “aporta experiencias agradables y positivas para el cachorro”.
A la hora de afrontar las relaciones con otros perros, se debe priorizar la calidad a la cantidad, ya que “una mala experiencia en la etapa de cachorro puede influir en la forma de relacionarse con otros perros en el futuro”, comenta.
Asimismo, la experta recomienda a los propietarios evitar los parques caninos, ya que no suelen ser zonas sanitariamente adecuadas para los cachorros. Además, al haber habitualmente un gran número de perros, “nuestras mascotas tienden a agobiarse con facilidad en sus interacciones”.
En el caso de que los perros con los que el cachorro esté interactuando sean equilibrados, el propietario debería intervenir lo menos posible. Facilitar su comunicación va a permitir al perro adulto “poder enseñar al cachorro hasta dónde puede llegar (pudiendo gruñirle o incluso hacerle un pequeño marcaje), algo fundamental para que el cachorro aprenda a interpretar el lenguaje canino y que sus juegos también tienen límites”.
Por último, Fernandes recomienda dar la libertad al cachorro para acercarse y alejarse para no forzar la relación. “Los encuentros en estático dan más lugar a tensión y conflictos por lo que se insta al propietario ir caminando con tranquilidad”.
¿QUÉ HACER SI EL PERRO YA ADULTO ES POCO SOCIABLE?
En este caso, en primer lugar, la experta indica que el propietario debe respetar la naturaleza del perro y asumir que este puede ser sociable con unos perros y con otros no. Pero en el caso de que el perro tenga un problema de comportamiento “la mejor recomendación es acudir a un especialista en etología”.
Si el perro adulto es poco sociable, se debería acudir a un veterinario especialista en etología que seguramente le recomiende hacer un contra condicionamiento y una desensibilización sistemática. “Esto significa intentar asociar algo que al perro le resulta aversivo (en este caso la presencia de otros perros) a algo positivo (normalmente mediante la comida o el juego)”.
“Con este método, el perro irá asociando la presencia de otros perros a algo positivo. Más adelante y, poco a poco, se deberían ir reduciendo las distancias, priorizando siempre las relaciones de calidad. En cualquier caso, si nuestro perro adulto es poco sociable, debemos acudir siempre a un veterinario experto en etología para que nos ayude a abordar el problema” comenta Bruna Fernandes.
EDUCACIÓN Y CONDICIÓN CORPORAL: CÓMO SEGUIR HÁBITOS SALUDABLES DESDE EL PRIMER DÍA
Durante la etapa de cachorro sin duda la educación juega un papel clave para su futuro bienestar, pero también es fundamental cuidar la alimentación y la condición corporal. Así se contribuye también a su correcto desarrollo y a su calidad de vida futura. Seguir unos hábitos saludables desde el principio es clave, entre otras cosas porque muchas veces el entrenamiento de un cachorro puede implicar un desequilibrio en la alimentación.
Entre los consejos para seguir unos hábitos saludables desde el primer día destacado por la especialista, la experta recomienda una alimentación adecuada. “A la hora de escoger el alimento adecuado para nuestro cachorro, debemos tener en cuenta la raza o tamaño, edad, posibles patologías o sensibilidades y si está esterilizado o no”.
En cuanto a la ración diaria recomendada, lo más recomendable es pesar con báscula la ración para evitar un exceso de cantidad y respetarla. En el caso de los perros, se puede dividir en dos o tres tomas para favorecer la sensación de saciedad.
Por otro lado, indica que “debemos intentar premiarles con su propio alimento, restándolo siempre de su ración diaria, y comenzar a buscar alternativas como caricias, mimos o momentos de juego. Esto es especialmente importante durante la etapa de cachorro, ya que es cuando dedicaremos mucho tiempo a la educación de nuestro perro”.
El ejercicio físico es otro aspecto subrayado por la especialista. “Es importante que la mascota tenga un ritmo de vida activo. En el caso de los perros es más “evidente” debido a la necesidad que tienen de pasear. Sin embargo, los paseos deben ser lo suficientemente largos y adaptados a las necesidades de cada perro como para considerarse actividad física. Asimismo, es recomendable que vayan acompañados de juegos en el exterior y, si puede ser con otros perros, mejor”.
Por último, sugiere revisar la condición corporal y el desarrollo del animal. Durante la etapa de cachorro, las visitas al veterinario son más frecuentes. En ellas, además de revisar el peso y la condición corporal, “el veterinario podrá verificar que su desarrollo es acorde a las curvas de crecimiento”.
Igualmente, el veterinario podrá “asesorarnos también acerca de cuál es el alimento que necesita en cada una de sus etapas, así como la ración diaria recomendada. Las visitas al veterinario deben mantenerse a lo largo de toda la vida de nuestra mascota, tanto para comprobar su condición corporal y asegurarnos de que se encuentra siempre en un peso saludable, como para prevenir y diagnosticar cualquier patología”.