El papel de los animales de compañía ha evolucionado, y también su bienestar. Y la relación entre humanos y animales se ha vuelto cada vez más importante. Por ello se entiende que los animales son seres sintientes y deben ser tratados con respeto y compasión.
Las técnicas basadas en recompensas se utilizan para enseñar habilidades de aprendizaje comunes, así como para abordar comportamientos no deseados. Por otra parte, la aplicación de métodos aversivos que, por definición, se basan en la aplicación de fuerza, dolor o emocional o físico malestar, son más cuestionados por expertos y entidades.
En este sentido, la Sociedad Americana de Comportamiento Animal se ha posicionado en contra del uso de este tipo de técnicas de adiestramiento, basadas en el castigo.
“Aprender ciertas habilidades puede ayudar a los animales a coexistir armoniosamente con las personas en el hogar y en la sociedad. Las técnicas utilizadas para enseñar estas habilidades pueden afectar fuertemente al comportamiento futuro y bienestar emocional de los animales”, apuntan los expertos.
Según cuentan, los métodos de entrenamiento son más efectivos cuando se enfocan en enseñar al animal qué hacer, en lugar de castigarlo por comportamientos no deseados.
ADIESTRAMIENTO CON RECOMPENSA O CON CASTIGO
Muchos métodos para modificar el comportamiento en perros son eficaces. Sin embargo, el veterinario o el experto en comportamiento “debe elegir métodos adecuados y decantar su decisión en base a la evidencia”. Así, el profesional debe preocuparse, no solo en lo que es más efectivo para el animal, también en lo que menos daño y mejores resultados produce largo plazo.
“La literatura actual sobre el adiestramiento de perros muestra una clara ventaja de los métodos basados en recompensas frente a los métodos basados en el castigo. Las principales ventajas del método de recompensas incluyen beneficios en el bienestar inmediato y a largo plazo del perro, eficacia del entrenamiento y el establecimiento de una adecuada relación entre el humano y el animal”, indica la Sociedad Americana de Comportamiento Animal.
En el lado opuesto, “diversos estudios han demostrado una asociación entre el uso de entrenamiento basado en castigos y problemas de comportamiento a largo plazo, incluyendo comportamiento agresivo hacia personas y otros perros, así como trastornos relacionados con la ansiedad”.
“Varios estudios muestran que el efecto del entrenamiento aversivo persiste más allá del tiempo de entrenamiento. Después de que los perros aprendieran una señal y una habilidad utilizando métodos de entrenamiento basados en castigo, el animal continuó mostrando comportamientos relacionados con el estrés cuando se presentó la señal, sugiriendo la señal en sí se había vuelto negativa”, aseguran.
PAPEL DEL VETERINARIO EN MEDICINA DEL COMPORTAMIENTO
Los veterinarios son una parte importante en la medicina del comportamiento. Por ello, “incorporar el historial de comportamiento y las evaluaciones en cada visita del paciente fomenta la intervención temprana en los problemas de conducta”.
El veterinario también juega un papel importante en la evaluación de la salud del animal para determinar si existen factores médicos que puedan estar implicados en los cambios de comportamiento.
Después de la evaluación de salud, “el veterinario puede determinar si tiene las habilidades para crear un plan de tratamiento de la conducta o si prefieren asociarse con un adiestrador o un etólogo experto”.
En conclusión, basados en la evidencia científica actual, la Sociedad Americana de Comportamiento Animal recomienda que “solo los métodos de formación basados recompensa se utilicen para todo tipo de adiestramiento canino, incluido el tratamiento de problemas de conducta, mientras que los métodos basados en castigo no deben utilizarse en ninguna situación”.