Andalucía abarca casi todos los casos de fiebre recurrente transmitida por garrapatas de los últimos años

La fiebre recurrente transmitida por garrapatas (FRTG) es la forma endémica de una infección por bacterias de diferentes especies del género Borrelia. Existe otra forma epidémica que se transmite por piojos (fiebre recurrente transmitida por piojos), con diferente epidemiología. La FRTG es una zoonosis cuyo vector y reservorio principal son las garrapatas blandas del género Ornithodoros, ampliamente distribuidas mundialmente. Es endémica en América, África, Asia y en países mediterráneos de Europa. En la península Ibérica es debida a Borrelia hispanica y transmitida principalmente por Ornithodoros erraticus. 

Tras la picadura de una garrapata infectada, los humanos pueden desarrollar la enfermedad, entre 3 y 18 días después. Se manifiesta con aparición súbita de escalofríos y fiebre alta, característica de esta enfermedad, junto con la recurrencia de síntomas cada 4-14 días aproximadamente. Los episodios agudos duran 3-5 días, con resolución aparente. Sin tratamiento, habrá recurrencias que irán menguando a medida que se desarrolla inmunidad, con evolución espontánea hacia la curación. A causa del acantonamiento de la bacteria, se pueden desarrollar complicaciones (oftalmitis, iridociclitis, afectación del sistema nervioso central, asma, eritema multiforme), y generar un estado de portador asintomático durante años.

Según los últimos datos, que datan desde 2014 a 2021, registrados por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III,  9 comunidades autónomas han notificado un total de 99 casos de FRTG, de los que 80 (80 %) fueron confirmados. Hubo 4 casos importados y 95 autóctonos. La evolución del número de casos de FRTG por año ha sido variable, con una media de 12 casos por año, máximo en 2019 (21 casos) y mínimo en 2020 (5 casos). Según el mes de inicio de síntomas, los casos ocurrieron principalmente, de forma agregada, entre junio y octubre, con mayor frecuencia en el mes de octubre (18 %) seguido de julio (17 %).

Número de casos de FRTG por año y mes de inicio de síntomas.

ANDALUCÍA A LA CABEZA DE NOTIFICACIONES

Durante 2014 y 2015 sólo hubo notificaciones de Andalucía y Aragón y a partir del 2016 se incorporan otras comunidades autónomas. El mayor número de casos del período correspondió a Andalucía (58 frente a los 9 de País Vasco), mientras que la tasa de incidencia más elevada correspondió a País Vasco. No se han notificado casos en Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Ceuta, Galicia, La Rioja, Comunidad de Madrid, Melilla, y Murcia

Distribución de casos de FRTG según comunidad autónoma.

De los 95 casos autóctonos, 63 eran hombres y 32 mujeres. La edad media fue 43 años, rango de 3 a 87 años. El grupo más frecuente fue el de hombres entre 45 y 54 años.

Sólo se dispuso de información sobre clínica en 9 casos, en que se declaró una presentación de la enfermedad recurrente. Un total 41 pacientes fueron hospitalizados. El ingreso fue más frecuente en hombres (46 %) que en mujeres (37,5 %) No se notificó ninguna defunción. En 8 de los pacientes se notificó que el agente identificado era Borrelia hispanica.

En definitiva, los expertos señalan que la "fiebre recurrente transmitida por garrapatas es una enfermedad zoonótica endémica en España de muy baja incidencia. No se aprecia ningún patrón temporal en las notificaciones anuales. La estacionalidad observada se corresponde con la del vector, cuya actividad en zonas templadas está relacionada con factores climáticos y aumenta en verano". Aunque matizan que "su incidencia está infraestimada por la baja sospecha y dificultad en el diagnóstico".

Asimismo, apuntan que el mayor número de notificaciones en Andalucía puede estar relacionado con una mayor sensibilidad en su diagnóstico y vigilancia, por ser un territorio conocido donde la enfermedad es endémica, hecho que se apoya en una mayor presencia de estudios de investigación publicados sobre hospedadores y garrapatas de dicha región.

MEDIDAS DE PREVENCIÓN

Las medidas preventivas se centran principalmente en evitar la exposición al vector, en zonas rurales e infestadas por roedores, especialmente durante los meses de verano y la extracción adecuada y precoz en el caso de picadura. El tratamiento de elección son las tetraciclinas (tetraciclina, doxiciclina); los macrólidos y las cefalosporinas han demostrado ser eficaces como alternativa.

Para evitar la exposición a la picadura de garrapatas, abogan por el uso de repelentes y ropa larga, así como evitando zonas infestadas, sobre todo en verano. La FRTG es potencialmente grave, especialmente en determinados grupos (niños, embarazadas, ancianos e inmunodeprimidos), "por lo que se debería prestar especial atención en ellos", inciden.