Los microsporidios son parásitos intracelulares obligados, son formadores de esporas y filogenéticamente relacionados con el reino de los hongos. Diecisiete especies han sido descritas como microsporidios patógenos en humanos, especialmente en individuos inmunocomprometidos, de los cuales Enterocytozoon bieneusi y el género Encephalitozoon son los más frecuentes.
Enterocytozoon bieneusi se agrupa en 11 grupos filogenéticos. El Grupo 1 y el Grupo 2 se consideran zoonóticos, mientras que los grupos restantes (3–11) se consideran específicos del huésped. En Encephalitozoon cuniculi, se han descrito cuatro genotipos (I-IV), todos los cuales tienen potencial zoonótico confirmado.
La transmisión de esporas puede ocurrir a través de la ingestión de agua y alimentos contaminados, la inhalación de aerosoles contaminados, el contacto con animales infectados (transmisión zoonótica) o personas (transmisión antroponótica). La transmisión zoonótica ha sido respaldada por la identificación de los mismos genotipos en humanos y animales.
En España, E. bieneusi se ha descrito como el agente etiológico más frecuente de microsporidiosis intestinal en pacientes con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), así como en pacientes sin VIH.
MICROSPORIDIOS EN FAUNA SALVAJE
Se han encontrado microsporidios en varios huéspedes, incluido el ganado, los animales de compañía y la vida silvestre en todo el mundo, pero se sabe poco sobre la infección por microsporidios en erizos.
En las Islas Canarias, la única especie de erizo registrada es el erizo moruno (Atelerix algirus), una especie introducida del noroeste de África. La distribución de este mamífero en España incluye la Península Ibérica, Baleares y Canarias, además de Ceuta y Melilla.
Los datos epidemiológicos sobre la infección por microsporidios en la fauna de este archipiélago son escasos y no existen datos sobre A. algirus como huésped de estos parásitos. Por lo tanto, un trabajo realizado por Pilar Foronda, Edgar Baz González y Néstor Abreu Acosta de la Universidad de La Laguna, tuvo como objetivo investigar la prevalencia e identificación de microsporidios en muestras fecales de erizos en las Islas Canarias.
Desde diciembre de 2020 hasta septiembre de 2021 se recogieron un total de 36 muestras fecales de erizos muertos de forma natural de Tenerife y Gran Canaria. Todas las muestras mostraron estructuras compatibles con esporas (100 %) bajo análisis microscópico, de las cuales el 61,1 % (22/36) se amplificaron mediante la reacción en cadena de la polimerasa o PCR.
Tras la secuenciación genética, se detectó Enterocytozoon bieneusi en el 47,2 % (17/36) de las muestras, identificándose dos genotipos novedosos (AAE1 y AAE2), seguido de la detección de una especie indeterminada en el 8,3 % (3/36) y Encephalitozoon cuniculi genotipo I en el 5,6% (2/36) de las muestras.
Por lo tanto, “este estudio constituye el primer reporte de especies de microsporidios en Atelerix algirus a nivel mundial, destacando la alta prevalencia de especies zoonóticas”.
Teniendo en cuenta la alta prevalencia de genotipos de E. bieneusi con potencial zoonótico, los autores consideran que “se deben implementar medidas de control veterinario para detectar este patógeno, dado que los erizos se han tenido como mascotas en las Islas Canarias y podrían representar un riesgo para los niños que son más susceptibles a la microsporidiosis”.
A pesar “del número limitado de casos de E. cuniculi detectados en este estudio”, el riesgo zoonótico “no debe subestimarse” porque se han documentado casos sintomáticos en humanos.
En resumen, “en la fauna de las islas circulan genotipos zoonóticos de microsporidios patógenos para el ser humano, lo que supone un riesgo para la salud pública”.
BACTERIAS ZOONÓTICAS EN ERIZOS
Otro estudio realizado en las Islas Canarias se centró en analizar los patógenos presentes en las heces de erizos y causantes de diarrea en los seres humanos.
En la investigación se analizaron un total de 45 muestras fecales obtenidas en la isla de Tenerife. Del total analizado, 42 de las muestras presentaron al menos uno de los patógenos causantes de diarrea estudiados. Se destaca la prevalencia de cuatro bacterias: Escherichia coli enteropatógena (71,11 %), Salmonella (66,67 %), Clostridioides difficile (33,33 %) y Campylobacter.sp. (22,22 %), todos ellos ampliamente distribuidos por Tenerife. También se encontraron otros patógenos como Cryptosporidium sp. y E. coli enterotoxigénica en el 6,66 % de los animales, Shigella y E. coli enteroinvasiva en el 4,44 %, y Norovirus, Plesiomonas shigelloides y Vibrio sp. en 2,22 %.
Asimismo, de los erizos analizados, tan solo el 26,66 % albergaba un único patógeno, mientras que los demás mostraban coinfección. Hasta un 24,44 % de los animales presentaba dos patógenos, el 31,11 % alojaba tres y el 11,11 %, cuatro o más.