La ciencia detrás del cuidado veterinario del panda gigante

Uno de los grandes retos a los que se pueden enfrentar los veterinarios a la hora de interactuar con animales de gran tamaño, como los osos panda, es la manipulación de los mismos durante las rutinas médicas. 

Los expertos del Zoológico Nacional de Washington, EEUU, cuentan que lo primero que deben hacer los cuidadores es enseñarles diariamente comportamientos que puedan ayudarlos con su atención diaria. "Los entrenamos usando refuerzo positivo, un tipo de condicionamiento operante donde emparejamos los comportamientos deseados con recompensas en forma de atención o golosinas (sus comidas favoritas)", explican.

La dieta para este tipo de sesiones puede incluir bambú, manzanas, peras, batatas y galletas ricas en fibra. Estas interacciones ayudan a establecer, y a mantener, el vínculo con el cuidador.

Un oso panda recibiendo una manzana.

Gracias a este condicionamiento operante se puede recolectar una muestra de sangre, medir la presión arterial de un panda, administrar vacunas, terapia de fotobiomodulación, obtener radiografías, ecocardiogramas y ultrasonidos abdominales, entre otras conductas. La mayoría de las veces, los pandas participan voluntariamente porque saben que recibirán su regalo favorito al finalizar dicha sesión.

Uno de los puntos más importantes para llevar a cabo estas dinámicas es que permiten realizar los exámenes mientras están despiertos, lo que disminuye la necesidad de anestesiarlos. Los exámenes despiertos ayudan a tener valores más precisos.

ENTRENAMIENTO

El conjunto de señales que se aplican es una combinación de estímulos verbales, herramientas de entrenamiento, movimientos manuales y gestos corporales para que los pandas puedan interpretarlas y determinar qué comportamiento se les está pidiendo que hagan. De igual forma, la recompensa debe estar acompañada de estas señales, la frase “buen trabajo” puede hacerles saber que han hecho el comportamiento correcto e inmediatamente refuerzan ese comportamiento con la recompensa.

Un programa efectivo de entrenamiento con animales, especialmente para evaluaciones médicas, toma tiempo, paciencia y mucha confianza de los pandas, “es una inversión que vale la pena y que beneficiará a su especie durante muchos años”, así lo afirman los especialistas.

EXTRACCIÓN DE SANGRE

Uno de los ejemplos de este tipo de entrenamiento se puede observar con la extracción de sangre. Las muestras de sangre son una importante herramienta de diagnóstico para monitorear la salud general de los pandas. Para participar, un panda debe ingresar voluntariamente a un conducto, colocar su brazo a través de una pequeña ventana y agarrarse a una barra por unos momentos.

Uno de los pandas del centro descubrió que necesitaba pasar el brazo por la ventana en la primera sesión de entrenamiento. "Le tomó alrededor de cuatro sesiones aprender que queríamos que agarrara la barra con la mano, y le tomó otras tres sesiones perfeccionar su agarre de la barra de manera confiable en la posición correcta. Para simular el pinchazo de la aguja, usamos nuestros dedos para pinchar suavemente su brazo", explican los veterinarios.

Panda durante la extracción de sangre y recibiendo agua con sabor a miel como refuerzo positivo.