Juan José Badiola Diez, que fue presidente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV) entre 2001 y 2019, recibió el pasado viernes la distinción de “presidente de honor” de la entidad como reconocimiento a su meritorio trabajo dentro y fuera de la corporación, según el acuerdo de la Junta Ejecutiva del pasado 16 de septiembre.
La entrega tuvo lugar en el salón de actos de la sede de la Organización, que llenó su aforo con más de un centenar de personas, entre las que se encontraban los actuales presidentes de colegios provinciales y algunos anteriores, profesores, numerosos compañeros del homenajeado, además de personal de la OCV y representantes de profesiones sanitarias.
En su intervención, Luis Alberto Calvo, presidente de la OCV, señaló que el progreso de las ciencias médicas y veterinarias ha permitido conocer a personalidades como el conocido profesor, “un docente dado a facilitar siempre consejos sencillos y muy útiles a los compañeros y alumnos, desde la humildad, en quien el paso de los años no hace mella”.
Citando a Ovidio –“Tempus edax rerum”-, Calvo manifestó que este aforismo clásico no puede aplicarse a Badiola, “porque sigue siendo un hombre de memoria prodigiosa, enorme agilidad mental, trato agradable y excelente conversación, con el que puedes estar hablando durante horas de diversos temas y siempre con rigor”.
Héctor Palatsi, presidente del Colegio de Veterinarios de Teruel y consejero de la OCV, que fue el encargado de realizar la glosa, destacó los principales méritos académicos y profesionales de “un hombre con una trayectoria de gran prestigio que ha sido catedrático, director de departamento, decano, rector y miembro del Consejo de Estado, que ha recibido numerosas distinciones y ahora suma, por fin, la de sus colegas, que suele ser la más difícil”.
“Hijo y sobrino e veterinarios, nacido en la España rural de su época en León pero zaragozano de corazón, logró abrir su mente a base de viajar por toda Europa gracias a una curiosidad incansable, con una visión amplia y moderna de la veterinaria y del mundo que ha influido en todos nosotros como un verdadero maestro”, aseveró Palatsi, quien también se refirió a la capacidad comunicativa de Badiola.
“Por su manera natural de expresarse –continuó-, en un estilo llano y coloquial, ha conseguido que le entendiera el ciudadano de pie, y ha dado visibilidad a la veterinaria, profesión a la que se ha entregado con toda la dedicación”. Además, enumeró algunos de sus logros en la mejora de la gestión de la OCV y la importancia de la distinción recibida, que solo obtuvieron en su día Félix Gordón Ordás y Antonio Borregón Martínez.
En su turno de palabra, Juan José Badiola agradeció el nombramiento porque siempre “es emocionante que reconozcan tu labor”, y aseguró valorar sobre todo “el afecto y la amistad”. Tras mostrar su gratitud a Luis Alberto Calvo y Rufino Rivero, confesó que los dieciocho años al frente de la OCV representaron la mejor experiencia de su vida.
“Aprendí mucho de los colegios y de los presidentes. Esta casa representa a toda la veterinaria y a todos los veterinarios españoles. Las profesiones que carecen de colegios los demandan, porque crean espíritu de cuerpo y reconocimiento social. Aquí pude palpar gracias a las juntas ejecutivas y a las asambleas generales los problemas de la profesión. Logramos sacar adelante muchos asuntos gracias al trabajo colectivo”, apuntó Badiola, quien subrayó la “estructura correcta” que suponen los 52 colegios provinciales.