“Las grasas animales de categoría 3 no son adecuadas para combustibles de aviación sostenibles”

El Parlamento Europeo adoptó recientemente su posición sobre el nuevo proyecto de normas de la Unión Europea (UE) para aumentar la adopción de combustibles sostenibles por parte de los aviones y aeropuertos de la UE, con el fin de reducir las emisiones de la aviación y garantizar que Europa sea climáticamente neutra para 2050.

También sugirieron que algunos biocombustibles, producidos a partir de grasas animales o destilados, podrían incluirse en la mezcla de combustible de aviación por un tiempo limitado (hasta 2034).

No obstante, esta intención de hacer uso de ciertas partes de animales puede diezmar la industria de alimentos de mascotas, provocando una escasez de alimentos para las mascotas, según aseguraba Rosa Carbonell, presidenta de la Industria Europea de Alimentos para Mascotas (Fediaf).

La misma asociación se ha vuelto a pronunciar, explicando que las grasas animales de categoría 3 “no son adecuadas para los combustibles de aviación sostenibles (SAF, por sus siglas en inglés)”. Tal y como explican, “si bien acogemos con beneplácito los esfuerzos para descarbonizar el sector de la aviación, nos gustaría enfatizar que esto no debería poner en riesgo a otros sectores”.

Tras el acuerdo político provisional concluido entre el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, Fediaf indica que “se modificará la propuesta original de la Comisión Europea, incluida la ampliación del alcance de los combustibles de aviación sostenibles elegibles y los combustibles de aviación sintéticos”.

Para los biocombustibles, el alcance se amplía a otros biocombustibles certificados que cumplan con los criterios de sostenibilidad y ahorro de emisiones de la Directiva de Energías Renovables (RED), hasta un máximo del 70 %, “con la excepción de los biocombustibles de cultivos alimentarios y forrajeros y la adición de dos combustibles (combustibles de aviación de hidrógeno y sintéticos bajos en carbono), que pueden utilizarse para alcanzar las cuotas mínimas en la parte respectiva del reglamento”.

Asimismo, comentan que “las industrias de alimentación animal están preocupadas porque, en la propuesta de enmienda de los colegisladores, los residuos agrícolas, incluidas ciertas grasas animales, se propusieron como adecuados para producir SAF”.

Si bien el sector de los biocombustibles puede prosperar con otras materias primas enumeradas por la RED, “nuestras industrias no pueden funcionar de manera sostenible sin el acceso a cantidades suficientes de grasas animales de categoría 3, que son aptas para la nutrición animal y los productos oleoquímicos”.

Estas grasas tienen muchas funciones en los piensos, detallan, proporcionando una fuente de energía y palatabilidad, pero sobre todo ácidos grasos esenciales. Un aumento en la demanda de biocombustibles, en particular en el sector de la aviación, “podría desviar las grasas animales de categoría 3 de los alimentos para mascotas, la alimentación animal y los usos oleoquímicos”.

PROTECCIÓN DEL SECTOR DE LA ALIMENTACIÓN ANIMAL

De acuerdo con el Pacto Verde Europeo, desde Fediaf han pedido a los legisladores que apoyen a las industrias de piensos para mascotas, “protegiendo el acceso continuo a las materias primas”. La igualdad de condiciones entre los diferentes usos de la biomasa “es esencial”.

Para la industria de alimentación animal, “las grasas de categoría 3 son uno de los ingredientes clave”. Por lo tanto, exigen “el principio de uso en cascada y una jerarquía de residuos para minimizar los efectos distorsionadores en el mercado de materias primas de biomasa y los impactos nocivos en la biodiversidad”.

La proporción de grasas animales fundidas de categoría 3 utilizadas para biocombustibles ha aumentado constantemente, “mientras que su participación para nuestras industrias ha disminuido significativamente en los últimos años”. Esto está creando una presión de mercado adicional, lo que conduce a graves distorsiones de la competencia. La disponibilidad es limitada, no flexible “y depende del consumo de carne”.

Las industrias oleoquímica, de alimentos para mascotas y de piensos contribuyen a una economía circular y “son un ejemplo de simbiosis industrial: transformamos grasas animales procesadas (categoría 3), un subproducto proveniente de la industria de procesamiento de carne, en una gran variedad de bio -productos a base de piensos que, a su vez, son utilizados por otros sectores”.

Como resultado, Fediaf concluye que “nuestras industrias mantienen materias primas renovables en la economía circular y ayudan a lograr los objetivos del Pacto Verde Europeo”.