Los tan molestos mosquitos son responsables de transmitir numerosas enfermedades que pueden tener graves consecuencias para la salud de animales y personas. Enfermedades causadas por virus del género Flavivirus, como la fiebre del Nilo Occidental (FNO), han experimentado un considerable aumento en España desde el año 2010, causando numerosos brotes en explotaciones de caballos y casos clínicos humanos. El año 2020 fue un año aciago, en el que se registraron 139 brotes de FNO en caballos y 77 casos en personas en el suroeste de España con 8 personas fallecidas por la evolución grave de la meningoencefalitis causada por el virus de la FNO.
El ciclo del Flavivirus causante de la fiebre del Nilo Occidental es muy complejo, e involucra a aves, encargadas de replicar, amplificar y transmitir el virus a los mosquitos que luego pueden picar a caballos y personas; y a los mosquitos, que son los responsables de transmitirlo entre aves y a personas y caballos.
La existencia de condiciones ambientales favorables para la replicación del virus de la fiebre del Nilo Occidental en un territorio, como abundantes poblaciones de mosquitos del género Culex y aves silvestres, pueden impulsar la circulación del virus y la aparición de nuevos casos de enfermedad. En estos escenarios es muy importante determinar el riesgo de que los animales o las personas padezcan la FNO, especialmente cuando se generan en zonas en las que el virus parece estar expandiéndose. Este es el caso del oeste de Castilla-La Mancha, donde se han documentado varios casos en animales domésticos y silvestres, aunque ningún caso en humanos por el momento.
Científicos del Equipo de Investigación en Ecología de las Enfermedades Vectoriales, del Grupo de Investigación en Sanidad y Biotecnología (SaBio) del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), en colaboración con investigadores del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-CSIC), han estudiado la exposición de las aves silvestres de espacios rurales humanizados (granjas de caballos) al virus de la fiebre del Nilo Occidental en el oeste de Castilla-La Mancha, y han comprado los resultados con los obtenidos de aves silvestres de ambientes menos humanizados en el entorno de estas granjas.
Para ello, diseñaron un estudio en 9 explotaciones equinas distribuidas por las zonas en las que se había detectado circulación del virus en las provincias de Ciudad Real y Toledo, considerando un gradiente de interacción decreciente entre aves, mosquitos y caballos/personas. En cada explotación muestrearon aves silvestres y mosquitos en las propias granjas, en el vecindario próximo de las granjas y en una zona más alejada de las granjas en la que sólo había animales silvestres, analizando en cada caso la exposición al virus de la FNO en estas aves y factores potencialmente condicionantes del riesgo de exposición como el hábitat, las condiciones climáticas y la abundancia y diversidad de aves y mamíferos.
Los resultados, publicados recientemente en la revista científica Pathogens, mostraron que el 9 % de las aves silvestres presentes en las explotaciones equinas están expuestas a Flavivirus, en especial al virus de la FNO, frente al 5,6 % y 5,8 % de las aves del entorno de las explotaciones. Esto indica que las explotaciones equinas son un ambiente óptimo para que el virus de la fiebre del Nilo Occidental se transmita entre las aves, "en las que también identificamos una mayor abundancia de mosquitos del género Culex que en su entorno, y, por lo tanto, que el riesgo de transmisión del virus a caballos y personas sea mayor en las explotaciones ganaderas".
Los científicos también observaron cómo la mayor diversidad de especies de aves silvestres en las explotaciones equinas implica un mayor riesgo de infección de estas por estos Flavivirus, sugiriendo que la implementación de medidas que disuadan a las aves de utilizar las explotaciones ganaderas, e incluso aquellas enfocadas a reducir la abundancia de mosquitos, podrían reducir el riesgo de transmisión del virus de la FNO a caballos y personas.
Los autores del estudio recomiendan a los gestores de las explotaciones de caballos la adopción de medidas preventivas que permitan reducir el uso del espacio de las explotaciones por aves silvestres, pero considerando que son especies ecológicamente relevantes, muchas de ellas protegidas y que deben ser respetadas. "El estudio de la eficacia de estas medidas respetuosas con las aves en el futuro será fundamental, especialmente si, como está previsto, el calentamiento global repercute positivamente en una mayor abundancia de mosquitos y en el aumento de la tasa de circulación de este virus en el interior peninsular de España", indican.
Este trabajo aporta información de gran relevancia sobre los riesgos y determinantes de la exposición al virus de la fiebre del Nilo Occidental, asentando las bases para actuar de forma más eficaz en la prevención del riesgo de infección para los animales y las personas con medidas de actuación específicas. Dichas medidas podrían resultar en una mejor prevención de la enfermedad en los caballos, para los que existe vacuna, y en las personas, para las que esta vacuna no está disponible y para las que la prevención es la única herramienta de lucha contra la enfermedad.