Estudian una nueva técnica quirúrgica para mejorar el control de las colonias felinas

El problema de la sobrepoblación felina es una preocupación importante debido a que los gatos pueden transmitir muchas enfermedades y causar perturbaciones en los ecosistemas. Los gatos callejeros pueden transmitir enfermedades a otros gatos y a especies en peligro de extinción. Asimismo, diversos patógenos como la bordetella, la bartonella, el toxoplasma, la giardia y microspora pueden transmitirse de los gatos a los humanos.

Para controlar dicha superpoblación, se han utilizado diferentes estrategias, como la reubicación, o la captura/castración/liberación. No obstante, se ha demostrado que cuando los machos y las hembras adultas son esterilizados, el crecimiento de la población solo se puede detener cuando el 91 % de los animales son atrapados y esterilizados cada año. El número se reduce al 51 % cuando las hembras se esterilizan independientemente de su edad.

La vasectomía se propuso como solución, ya que no afecta el comportamiento sexual masculino, reduciendo la tasa de captura anual al 35 % para estabilizar una población. Este aumento drástico en la eficiencia está relacionado con la suposición de que los gatos vasectomizados evitarían el efecto de vacío y la recolonización por parte de los machos intactos.

Los gatos dominantes vasectomizados seguirían participando en la mayoría de las inseminaciones, induciendo la ovulación en hembras intactas. Dado que la pseudopreñez dura en promedio 40 días, las hembras entrarían en celo con menos frecuencia y, en consecuencia, tendrían menos camadas. Si bien, la vasectomía ha sido poco aceptada, probablemente porque la técnica es más compleja que la castración estándar.

Para evaluar más a fondo esta cuestión, un equipo de investigadores internacionales ha realizado un estudio que se centró en un procedimiento quirúrgico novedoso para lograr la infertilidad mientras se mantiene el comportamiento sexual masculino.

EPIDIDIMECTOMÍA, TÉCNICA RÁPIDA Y SENCILLA

La técnica debe ser rápida y fácil de aprender para permitir su desempeño a gran escala y en entornos de campo. Por su localización anatómica, el epidídimo fue considerado por los autores. La cola del epidídimo se encuentra caudalmente y puede palparse con facilidad. La cirugía tiene como objetivo eliminar una parte de la cola del epidídimo para destruir el conducto de conexión, induciendo así la infertilidad con requisitos mínimos de herramientas quirúrgicas, y con solo complicaciones extrañas y fáciles de tratar.

En un primer lugar, se determinó el nivel de testosterona y se evaluó la producción de semen, los cambios de comportamiento y el dolor después de la epididimectomía y la posterior castración en seis gatos experimentales, durante un período de observación de dos meses.

También se evaluaron los cambios histológicos asociados a la cirugía y se compararon con los observados después de técnicas de vasectomía abiertas aplicadas en humanos.

El segundo experimento determinó las posibles complicaciones perioperatorias así como la curva de aprendizaje para dominar el procedimiento.

Los resultados revelaron que las concentraciones de testosterona no difirieron significativamente entre animales intactos y epididimectomizados, pero fueron significativamente diferentes después de la castración.

En cuanto al comportamiento sexual y espermatogénesis, persistió después de la epididimectomía, pero con una marcada caída en el recuento de semen después de 7 días.

Las puntuaciones de dolor no difirieron significativamente después de la epididimectomía y la castración. Además, el tiempo requerido para una epididimectomía fue significativamente más corto que para la castración.

Por lo tanto, los resultados del presente estudio proporcionan una fuerte evidencia de que la epididimectomía es un enfoque quirúrgico prometedor para el control de las poblaciones de gatos salvajes. Se encontró que las tasas de complicaciones, la extensión del dolor y la necesidad de cuidados postoperatorios eran comparables a la castración.

En resumen, “la epididimectomía es más rápida, menos invasiva que la castración, con riesgos mínimos, fácil de aprender y requiere solo una cuchilla quirúrgica como única herramienta quirúrgica”. Así, concluyen que es “un procedimiento más eficiente para los veterinarios, en particular cuando se trata de cohortes de animales más grandes”.