Un gato macho Savannah de 10 meses de edad fue derivado a especialistas de un hospital veterinario de referencia después de mostrar anomalías en la forma de andar y múltiples masas en los tejidos blandos.
El felino fue diagnosticado con fibrodisplasia osificante progresiva (FOP), una condición que es tan rara que solo afecta a una de cada millón de personas, y la literatura al respecto en medicina veterinaria es extremadamente limitada.
La FOP es un trastorno genético raro que se observa en gatos y humanos y que afecta a los tejidos (como músculos, tendones y ligamentos), que se osifican lentamente y se convierten en hueso. Muchos gatos con FOP son sacrificados a las pocas semanas del diagnóstico debido al dolor incapacitante y los problemas de movilidad. Pero gracias a un plan de tratamiento único diseñado por los veterinarios del hospital, el gato tratado vivió durante tres años con buena calidad de vida, como se ha destacado recientemente en un estudio.
“FOP es bastante raro, y se usaron varios tratamientos diferentes en los pocos gatos destacados en la literatura que encontramos”, comentan los autores. “Pero ninguno mostró mejoría con ninguno de los tratamientos, así que sabíamos que teníamos que ser creativos si queríamos darle al paciente alguna calidad de vida”.
Se sugirió probar la enrofloxacina, un antibiótico que potencialmente podría ralentizar la osificación de los tejidos blandos del felino. La enrofloxacina es una fluoroquinolona, un grupo de antibióticos que se sabe que inhiben el crecimiento óseo en los cachorros, lo que posiblemente podría retrasar la progresión de la FOP.
Entonces, el equipo comenzó un plan para combinar el uso de enrofloxacina con actividad física para ayudar a las articulaciones del gato. El animal fue rehabilitado con una cinta de caminar subacuática.
Después de cada sesión, los especialistas en rehabilitación y su propietario evaluaron las capacidades físicas y los niveles de bienestar del felino. Las evaluaciones incluyeron observaciones de su resistencia, rango de movimiento (ROM), marcha, coordinación, nivel de dolor, entre otros. A lo largo de los tres años de tratamiento, el gato mostró una mejora en el ROM y la resistencia.
Los autores creen que los medicamentos y la fisioterapia lograron su objetivo, basándose en el hecho de que el paciente vivió tiempo después del diagnóstico, ya que la mayoría de los gatos sucumben en menos de un año. El gato murió repentinamente 3 años después a causa de una insuficiencia cardíaca, que puede o no estar relacionada con FOP.
“Este caso fue particularmente interesante debido a sus implicaciones en medicina comparativa”, destacan. “Como apasionados por seguir el enfoque de One Health para el manejo de enfermedades, este estudio es fundamental, no solo para mejorar la atención de los pacientes con FOP felina, sino también para brindar información valiosa que, con suerte, podría beneficiar a los pacientes humanos que padecen esta afección”.
Los autores añaden que este es el primer informe conocido de un tratamiento para gatos con FOP que mejoró la movilidad y un tiempo de supervivencia significativo, y el primer informe de FOP en un gato de raza exótica.