Durante la celebración de la VII edición del congreso Iberzoo+Propet, organizado por IFEMA Madrid, y promovido por la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC) y la Asociación Española de la Industria y el Comercio del sector del Animal de Compañía (Aedpac), se celebró una charla que versó sobre el papel de la proteína en la dieta de los perros y gatos, cómo se debe gestionar para garantizar la adecuada nutrición del animal y en qué situaciones se debe aumentar la cantidad de la misma o reducirse.
El veterinario Jaime Molina, responsable del canal veterinario de Ownat, analizó los puntos clave que se ven afectados por el aporte de proteína dietética en animales con fallo renal, y cómo manejarlos de la forma más apropiada mediante la dieta.
A través de una revisión bibliográfica, en su charla: ‘Proteína dietética y función renal’, Molina explicó la relación que existe entre calorías y proteínas, y de cómo los problemas que afectan a la piel de las mascotas o alergias pueden incrementar su necesidad de proteínas.
Por lo general, en el mercado de nutrición animal hay dietas altas en proteínas y otras que tratan de controlarla. Las dietas ricas en proteínas cuentan con una proporción del 45 %, como mucho, según el experto, quien afirmó que no conoce una dieta con una proporción mayor.
También ha recordado que la Federación Europea de Alimentación para Animales de Compañía (Fediaf), en general, recomienda mínimos de proteína, no máximos.
GESTIÓN DE PROTEÍNA, ENVEJECIMIENTO E INSUFICIENCIA RENAL
Molina destacó que "un individuo con una manifestación clínica de alergia, si no tiene la misma necesidad de proteínas, la tendrá aumentada. Cualquier problema de piel aumenta la necesidad de proteínas", además añadió que "el 30 % de las necesidades de proteína diaria se destina al mantenimiento y regeneración de la piel y el pelo en condiciones normales". Asimismo, "cualquier problema de la piel derivado de una reacción alérgica aumentará la necesidad de proteínas".
Para abordar la temática sobre la influencia de la dieta alta en proteína en los problemas urinarios, el responsable citó un estudio realizado a "23 gatos sanos enfrentados a una dieta con 29 % de proteínas y a una dieta con un 55 %".
Según explicó, en referencia al estudio, "la mayoría de problemas de cristales urinarios (algunos autores hablan de en torno al 60 % ) son cristales de estruvitas". Y estos cristales, "en pH urinarios superiores a siete aumentan la precipitación".
Molina comentó cómo la dieta alta en proteínas influye en el pH de la orina, añadiendo que "solo con la dieta alta en proteínas ya se obtiene un efecto acidificante en la orina", es decir, valores de pH inferiores a 7 en el paciente, lo que contribuye a evitar la formación de cristales de estruvita.
El veterinario aclaró que "el sedimento de estruvita es considerablemente menor en la dieta alta en proteína que en la dieta baja".
También "hay otros elementos implicados en la formación de cristales de estruvitas que disminuyen con la dieta alta en proteínas".
Por otra parte, enumeró algunos parámetros clave en Insuficiencia Renal Crónica (IRC), que pueden requerir intervención en la dieta para mejorar el estado del animal. Entre ellos se encuentran: "el fósforo, la uremia-azotemia, la proteinuria y la condición corporal".
Molina destacó que "todos ellos inciden en la supervivencia y en la evolución de la insuficiencia renal"; y que "dependiendo del cuadro y de cómo lo manejemos algunos afectarán más que otros".
Entre las conclusiones que extrajo de la revisión bibliográfica que utilizó para su ponencia, señaló que "hay estudios que han concluido que con dietas reducidas en proteínas y fósforo hay mejorías" en la IRC, "pero parece haber consenso que esto se debe, más que a la proteína, al fósforo". Por ello, recomienda el suministro de dietas bajas en dicho elemento.
En el caso de la uremia, "si damos mucha proteína, va a subir". "Si bajamos la proteína también bajamos la uremia, pero hay un punto 'crítico', que es no pasarse con la restricción, ya que podemos activar metabolismos de proteínas endógenas y también podríamos estar provocando una uremia por metabolismo de proteínas endógenas". Respecto a esto, recomendó "tener siempre presente las necesidades mínimas de proteínas" en la dieta.
MANEJAR LA DIETA PARA FRENAR LA PROTEINURIA
Otro punto tratado por el experto fue el manejo dietético de la proteinuria, explicando que está indicado reducir la proteína en la dieta para controlar la proteinuria, “aunque eso no implica necesariamente una dieta con proteína restringida por debajo de las necesidades mínimas; depende de cada caso”.
En cuanto a la condición corporal, "existe una fuerte correlación con la muerte prematura en casos de enfermedad renal", por lo tanto aconseja ajustar "poco a poco", el aporte de proteína en caso de que existan signos de desnutrición, como pérdida de masa muscular, o anemia". Las condiciones corporales "por encima de 4 sobre 9 aumentan la esperanza de vida tanto en perros como en gatos”, añade.
En la última parte de su intervención, el experto habló sobre las dietas renales para gatos y perros, comentando como, en el caso de los perros, de acuerdo con las cantidades recomendadas por los fabricantes, "la mayoría de estas dietas restringen la proteína por debajo de los mínimos recomendados".
Si el individuo tiene una dieta alta en proteínas en su alimento habitual y consume snack con elevada cantidad de proteína, el experto recomienda empezar eliminando estos últimos.
Por otro lado, "si el animal cuenta con una dieta ajustada a mínimos de necesidades de proteínas, estudios indican que puede ser preferible más que restar proteínas empezar con un tratamiento médico".
Así, la "idea es ajustar los niveles de proteína para controlar la azotemia y proteinuria, pero sin entrar o alargar en el tiempo una situación de desnutrición proteica".