La leche de camello (CM, por sus siglas en inglés) puede tener efectos inmunoestimulantes, antioxidantes, anticancerígenos, antibacterianos, antifúngicos, antivirales e hipoglucemiantes. A diferencia de otros rumiantes, la CM es rica en vitamina C, minerales (sodio, potasio, hierro, zinc, cobre y magnesio) y proteínas inmunoestimulantes/antibacterianas (lisozima, inmunoglobulinas, lactoferrina, lactoperoxidasa y caseínas), pero es pobre en colesterol y azúcar.
La lactoferrina puede servir como agente bacteriostático y/o bactericida en bacterias Gram-positivas y Gram-negativas. El calostro de camello es rico en lactoferrina y tiene un potencial bactericida contra E. coli y un efecto bacteriostático contra L. monocytogenes.
La lactoperoxidasa de CM tiene un potencial bactericida contra bacterias Gram-negativas y un efecto bacteriostático contra bacterias Gram-positivas, mientras que las caseínas CM tienen efectos bactericidas y bacteriostáticos.
La leche de camello también tiene potencial anticancerígeno contra una gran variedad de tumores malignos, incluidos el carcinoma hepatocelular, el carcinoma de colon, el cáncer de mama, el glioma, el cáncer de pulmón y la leucemia. La CM puede inhibir la progresión del cáncer de hígado, ya que esta leche contiene fuertes componentes antivirales y antioxidantes, además de anticuerpos altamente activos que podrían unirse y destruir las células tumorales sin dañar las células normales.
La leche, además, cuenta con exosomas (EXO), que son nanovesículas con un diámetro de 40 a 150 nm, y que están formados por un conjunto de moléculas con actividades variadas, como mediación en la inflamación, el estrés oxidativo, o la apoptosis celular.
A pesar de que la CM tiene potentes y diversos efectos, hay escasez en la literatura disponible sobre los efectos de CM-EXO en bacterias, hongos, y células de carcinoma hepatocelular y de adenocarcinoma colorrectal.
Por lo tanto, un estudio internacional ha explorado el impacto de los exosomas de la leche de camello en varias bacterias, hongos y las dos líneas celulares cancerígenas mencionadas.
ACTIVIDAD FRENTE A DISTINTOS TIPOS DE PATÓGENOS
A diferencia de la leche entera, los exosomas de la leche no tuvieron efectos bactericidas sobre bacterias Gram-positivas (Staphylococcus aureus, Micrococcus luteus y Enterococcus feacalis) pero tenían efectos bacteriostáticos, especialmente contra cepas Gram-negativas (Escherichia coli, Pseudomonas aeruginosa y Proteus mirabilis), y efectos fungistáticos sobre Candida albicans.
Los efectos antibacterianos y antifúngicos de la leche y los exosomas “podrían atribuirse a su carga molecular, especialmente a la lactoferrina”, comentan los autores.
Por otra parte, las células cancerígenas se trataron respectivamente con CM-EXO a niveles bajos, moderados y altos, y los resultados revelaron que los CM-EXO activaron la apoptosis en las células del carcinoma hepatocelular y del adenocarcinoma colorrectal.
Curiosamente, “los CM-EXO regularon a la baja la expresión de genes relacionados con las moléculas antioxidantes en las células cancerosas, pero no en las células normales”, comentan los autores. La inducción de la apoptosis y el estrés oxidativo “se encuentran entre los dos posibles mecanismos por los cuales los CM-EXO podrían inhibir la proliferación de células cancerosas”.
Por tanto, “los exosomas de la leche de camello tienen efectos antibacterianos y antifúngicos, así como un efecto anticancerígeno selectivo contra las células de carcinoma hepatocelular y de adenocarcinoma colorrectal”.
En resumen, los autores consideran que tanto CM como CM-EXO “tienen un impacto muy positivo en el tratamiento de bacterias y hongos dañinos porque evitan su crecimiento”. Además, “pueden ser útiles en el tratamiento del cáncer, como lo revela su orientación selectiva a las líneas de células cancerosas sin ningún efecto dañino en las células normales”, celebran.