El paso del tiempo afecta a los perros a medida que sus sistemas corporales empiezan a debilitarse. Algunos muestran un aumento significativo de la ansiedad y empiezan a aparecer otros problemas de comportamiento. Normalmente, sus sentidos empiezan a perder efectividad y comienzan a ser más recelosos y miedosos en consecuencia.
Además, se reconoce que el aumento de la ansiedad es un componente distintivo de los perros y provoca que puedan experimentar una forma de demencia que se llama síndrome de disfunción cognitiva (CDS) o disfunción cognitiva canina, muy similar al Alzheimer en humanos.
Los signos más comunes de la ansiedad son el jadeo, los temblores, la irritabilidad, los problemas para dormir y la falta de apetito. Los expertos recomiendan estar atentos a los problemas que van surgiendo y ver qué necesidades tienen los animales. Si éstos parecen inquietos, deprimidos, adormilados o aúllan, se debe acudir al veterinario para poder realizar una evaluación más completa. En ocasiones, los cambios de comportamiento o la ansiedad son indicadores de un dolor subyacente, malestar o enfermedad, y es fundamental acudir al veterinario para que pueda tratar al perro. También recomiendan buscar ayuda de un profesional si el perro sufre ansiedad por separación o si muestran signos de ansiedad debido a tormentas o ruidos fuertes.
Una vez elaborado el diagnóstico, si el profesional veterinario determina que los problemas cognitivos están contribuyendo a un aumento de la ansiedad, hay varias pautas que pueden ayudar a disminuir el problema. Recomiendan no variar mucho el entorno de la mascota, además de enriquecer su entorno y compartir actividades que hagan que dueños y mascotas interactúen más. También instan a modificar situaciones que puedan hacer que el perro se sienta ansioso, como evitar suelos resbaladizos.
Asimismo, muchos animales se sienten cómodos con el uso de pañales, pero en otros puede dar indicios de ansiedad. En caso de que el animal se comporte indebidamente, se aconseja no regañar violentamente ya que esto puede generar aún más problemas.
Para manejar la ansiedad en perros es necesario moverse lentamente alrededor de ellos y no hacer movimientos bruscos, ya que sumado a los déficits sensoriales pueden causar irritabilidad y agresividad. En ocasiones, pueden sentirse abandonados, tanto si se sale de casa sin ellos como a la hora de dormir. En tal caso, hay que tratar de proporcionarles un lugar que les haga sentir seguros y que incluyan sus objetos favoritos, además, algunos animales se sienten más tranquilos con luces o música, ya que se sienten más acompañados.
Si este tipo indicaciones no disminuye la ansiedad e incluso en animal sigue experimentando reacciones más severas, es necesario acudir al veterinario ya que quizás sea necesario aplicar algún tratamiento o fármaco.
En este sentido, existen varias opciones de terapia contra la ansiedad. Por ejemplo, la empresa veterinaria Stangest ha lanzado recientemente al mercado Zen Comprimidos, un suplemento que contiene Cannabis y una mezcla de ingredientes naturales que ayudan a reducir la ansiedad y el estrés causados por ruidos fuertes, viajes, miedos, mudanzas, visitas a la clínica veterinaria, cambios en las rutinas, u otras.
En resumen, a medida que la mascota va experimentando cambios o mejorando, aconsejan adoptar un enfoque más proactivo que hagan que el animal se sienta mejor. La falta de atención y de un diagnóstico a tiempo pueden hacer que los signos empeoren y el animal experimente más cambios negativos. Aunque la CDS sea una enfermedad progresiva, la atención puede ser esencial para su diagnóstico, por lo que es necesario brindar una atención óptima desde el principio.