La peste porcina africana (PPA) es una enfermedad de notificación obligatoria que produce altas tasas de mortalidad en los suidos. La pandemia de PPA sigue siendo una amenaza para las poblaciones porcinas y las economías mundiales.
Originalmente, el virus de la PPA (ASFV, por sus siglas en inglés), era endémico en el África subsahariana, donde circulaba en las poblaciones de jabalíes. Sin embargo, el ASFV se introdujo en Georgia en 2007; un evento que inició la propagación pandémica de ASFV en los últimos 15 años. En Cerdeña, un país al borde de la erradicación de la peste porcina africana después de décadas de lucha contra la enfermedad, se realizaron numerosos estudios sobre los efectos de los factores socioeconómicos en la propagación de la peste porcina africana, con el último caso registrado en 2018.
A pesar del progreso en la comprensión y el control de la enfermedad, la propagación en curso enfatiza la necesidad de ampliar el conocimiento de los medios transmisores de la enfermedad, así como las rutas de transmisión alternativas.
En el sector porcino una de las prácticas habituales es la inseminación artificial. El semen utilizado a menudo se origina en sementales de verracos, distribuyendo 3 mil millones de espermatozoides/dosis/cerda de verracos de alta calidad y seleccionados por su potencial genético.
Esto permite la inseminación de muchas hembras sin la necesidad de que cada granja individual compre, albergue y alimente a sus propios verracos. En particular, más del 90 % de todas las cerdas reproductoras son inseminadas artificialmente en muchos países.
Dado que el semen de verraco puede actuar como un agente de transmisión eficiente para una variedad de enfermedades virales, por ejemplo, el virus de la pseudorrabia, el virus de la fiebre aftosa, el virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino, virus de la enfermedad vesicular porcina, parvovirus porcino, picornavirus porcino y, posiblemente, el virus de la peste porcina africana, es esencial conocer a fondo la participación del semen porcino en la transmisión del virus de la peste porcina africana.
Considerando dichas premisas, un grupo internacional de investigadores ha analizado la transmisión venérea de ASFV de verracos infectados a receptoras hembras.
Para ello, inocularon a cuatro verracos con el aislado de virus de la peste porcina africana “Estonia 2014” y usaron semen mezclado y diluido para realizar la inseminación artificial en 14 cerdas primerizas.
La evaluación del genoma del virus de la peste porcina africana y los viriones infecciosos en los órganos reproductivos de los verracos y las nulíparas permitió obtener una visión completa de un área en gran parte inexplorada de la patogenia del virus de la PPA.
TODAS LAS HEMBRAS INFECTADAS 35 DÍAS POST INSEMINACIÓN
Las pruebas de sangre y semen de los cuatro verracos después de la inoculación intramuscular del ASFV dio como resultado la detección de genomas del ASFV en el semen tan pronto como dos días después de la inoculación, y en sangre a un día después, mientras que la calidad del semen no se vio afectada en gran medida.
Finalmente, después de la inseminación con semen infectado, siete de catorce primerizas dieron positivo para ASFV a los 7 días posteriores a la inseminación, y todas las primerizas dieron positivo a ASFV a los 35 días posteriores a la inseminación. Doce de catorce nulíparas gestantes abortaron o reabsorbieron el feto al inicio del proceso de la enfermedad. Asimismo, una proporción de los fetos procedentes de las primerizas restantes mostró anomalías y replicación del virus de la peste porcina africana en los tejidos fetales.
Por lo tanto, “presentamos evidencia de la transmisión eficiente de ASFV a cerdas jóvenes a través de inseminación artificial y también a los embriones”. Estos resultados subrayan “el papel fundamental que podría desempeñar el semen de verraco en la transmisión del virus de la PPA”.