Una vacuna novedosa, desarrollada por investigadores en los Estados Unidos para su uso contra una cepa devastadora de brucelosis que afecta a los pequeños rumiantes, ha demostrado una eficacia innovadora para conferir inmunidad a largo plazo en ratones.
Los investigadores demostraron la capacidad de la vacuna para generar una población potente de células T, útiles para combatir enfermedades en los pulmones y el bazo, y que ayudaron a controlar la infección sistémica de la enfermedad.
“Aunque la brucelosis no es una enfermedad nueva y se cree que ha existido desde la domesticación del ganado, la falta de vacunas efectivas ha requerido de los esfuerzos para desarrollar nuevas vacunas más eficaces, así como vacunas para humanos”, señalan.
Ahora clasificada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. como un patógeno reemergente, la brucelosis continúa afectando a los países en desarrollo y persiste en las poblaciones de especies de vida silvestre en varios países.
En todo el mundo, la cepa de Brucella melitensis infecta a los pequeños rumiantes con una mayor prevalencia en los últimos años, debido a múltiples factores, incluida la expansión de las especies de vida silvestre. Los seres humanos corren el riesgo de infectarse por consumir leche y quesos de cabra sin pasteurizar, y la infección puede provocar fiebres altas y bajas, sudores, malestar general y debilidad, entre otros síntomas, si no se tratan.
La nueva vacuna se probó mediante un método de administración oral seguido de un refuerzo intranasal, un enfoque que pocos estudios han explorado. Las vacunas que se usan actualmente contra esta cepa de brucelosis se inyectan debajo de la piel. “Este método no se dirige a la ruta de infección primaria de la enfermedad, que es a través de la boca y la nariz”, añaden los investigadores.
“Otras vacunas que se usan actualmente para proteger contra Brucella melitensis no son ideales”, indican. “Si su objetivo es la erradicación de enfermedades de una población, la vigilancia a través de pruebas diagnósticas es importante para identificar animales enfermos. Con algunas vacunas existentes, es difícil distinguir los animales naturalmente infectados de los vacunados. Esta vacuna aborda este desafío y también brinda una protección igual o mejor que las demás”.
Hace unos años, la brucelosis se consideraba una enfermedad tropical desatendida, “ahora estamos viendo cada vez más casos en humanos y animales, lo que hace que se reclasifique como un patógeno reemergente”, lamentan.
Por lo tanto, “nuestro objetivo es desarrollar una mejor vacuna para los animales y, en última instancia, desarrollar también una vacuna para los humanos”.
“Tenemos la vacuna; hemos descubierto que funciona en un modelo animal de investigación, y el siguiente paso sería probarlo en un huésped natural y observar más de cerca exactamente cuánto dura la respuesta protectora. Ya estamos viendo que estas células T persisten y son longevas. Esta nueva vacuna es prometedora porque, en comparación con las vacunas existentes, los resultados son impresionantes”, celebran los científicos.