La Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Cantabria es la anfitriona de la reunión anual y rotatoria de trabajo del ‘Grupo Norte’, un equipo colaborativo de las seis regiones del norte de España, que integra a responsables de seguridad alimentaria de Navarra, La Rioja, Asturias, País Vasco, Aragón y Cantabria. El equipo se creó hace 28 años para cooperar en el control de residuos de medicamentos veterinarios en animales y en los alimentos derivados de ellos, para evitar que lleguen a la cadena alimentaria.
El director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, ha dado la bienvenida a los participantes elogiando su “método de trabajo colaborativo”, que ha puesto como ejemplo de “eficiencia”, puesto que se consiguen “excelentes resultados” con el menor gasto posible y la mayor eficacia. Y, eso, ha dicho, a pesar de que se incrementa el trabajo porque aumenta el número de muestras, se diversifican y modernizan las técnicas de análisis, pero sigue siendo “muy importante” la calidad en el trabajo y la validez y certificaciones de los resultados. En este sentido, ha apuntado Wallmann, el ‘Grupo Norte’ sigue funcionando con un engranaje perfecto y siempre alerta, atendiendo a las novedades legislativas y a los requerimientos de la Entidad Nacional de Acreditación.
Por último, el titular de Salud Pública ha agradecido a los presentes su labor en la lucha contra “otra pandemia” como es la de la resistencia antimicrobiana, que “ya está aquí”, aunque va más lenta que cualquier otra pandemia, pero que es la causante directa de 3.000 muertes al año en España. Es un problema de gran complejidad, es difícil concienciar a la gente y, por eso, ha insistido, vuestro papel respecto al control de antibióticos es crucial porque tiene gran repercusión en la salud humana. “No se trata solo de evitar que estas sustancias, farmacológicamente activas, lleguen a la cadena alimentaria y puedan generar resistencias antimicrobianas, sino de promover un uso responsable de los antibióticos en los animales durante la etapa de producción”, ha añadido el director.
MODELO DE REFERENCIA
Desde 1994, las comunidades autónomas participantes, debido a las exigencias legales cada vez mayores para realizar análisis rigurosos y especializados en los alimentos de origen animal, establecieron un acuerdo para la especialización de cada una en un determinado método de análisis. Así, entre todos los laboratorios se abarca el control de la mayoría de sustancias farmacológicamente activas a estudiar. El objetivo último es su detección en cualquiera de las fases de la cadena alimentaria, tanto en animales vivos como en la obtención y transformación de sus productos derivados, y con ello prevenir efectos nocivos para la salud humana.
Los buenos resultados de este modelo de trabajo a lo largo de casi tres décadas, han permitido ampliar la colaboración a otros programas de control oficial, como contaminantes, plaguicidas o aditivos, entre otros, todos ellos enmarcados en el ámbito de la Seguridad Alimentaria.
De esta manera, el ‘Grupo Norte’ se ha convertido en un modelo de referencia para el resto de autonomías. De hecho, el grupo intercambia muestras procedentes de los Programas de Plan Nacional de Investigación de Residuos (PNIR) (solo en animales y productos de origen animal), contaminantes (también en vegetales) aditivos, alérgenos, materiales en contacto con alimentos (MCA), organismos modificados genéticamente (OMG) y plaguicidas (también en vegetales), entre otros.
En concreto, la reunión abordará cuestiones relacionadas con la redistribución de muestras, las novedades legislativas, así como la revisión y acreditación de las técnicas de los laboratorios de las comunidades autónomas integrantes. En ella participan 40 personas de las seis regiones, entre técnicos y directores de Laboratorio; de Seguridad Alimentaria; vocales de la Comisión Nacional del PNIR, así como coordinadores del Plan Nacional de Investigación de Residuos (PNIR) de las Consejerías de Sanidad y Medio Rural de Cantabria.