Los perros son el principal reservorio de Leishmania infantum y muestran diferentes patrones inmunológicos que se correlacionan con la progresión de la infección a la enfermedad. Si bien, los datos sobre la respuesta inmune adaptativa felina a L. infantum son escasos.
Por ello se ha llevado a cabo un estudio, realizado por científicos de las facultades de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la Universidad de Córdoba, en colaboración con científicos italianos, con el objetivo de comparar la prevalencia y la respuesta inmune en gatos y perros que viven en un área endémica de leishmaniosis canina. Se incluyeron gatos callejeros (109) y perros rescatados (59) de Córdoba (España). Los datos sobre su exposición a L. infantum se analizaron mediante la detección de ADN del parásito, mediciones de interferón-γ específico de Leishmania (ensayo de sangre completa en 57 gatos y 29 perros) y anticuerpos (ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas y prueba de anticuerpos de inmunofluorescencia).
El estudio recoge que L. infantum se encontró en un 30,5 % de perros y 30 % de gatos. La prevalencia fue del 44,8 % en perros y del 35,1 % en gatos en los que también se analizó la producción de interferón-γ. Los perros mostraron niveles más altos de anticuerpos anti L. infantum en comparación con los gatos.
“Más de un tercio de los gatos tuvieron contacto o fueron infectados por L. infantum, lo que puede contribuir a la endemicidad de la leishmaniosis en la región investigada. La inmunopatogénesis de la infección felina por L. infantum tiene similitudes con los perros, pero los gatos muestran un nivel más bajo de respuesta inmune adaptativa en comparación con los perros”, explican los autores.
En conclusión, este estudio demostró que “en un área endémica, una proporción constante de gatos callejeros están expuestos a L. infantum y son capaces de desarrollar una respuesta inmune específica mediada por células contra L. infantum que es similar a la de los perros”.
La alta prevalencia encontrada en gatos del área de Córdoba es muy similar a la encontrada en un estudio anterior que realizaron en Sicilia (35 %) y Cataluña (36 %).
Los investigadores subrayan que se necesitan investigaciones clínicas más extensas que evalúen los marcadores inmunológicos de la respuesta inmune innata y adaptativa para comprender mejor la susceptibilidad de los gatos a desarrollar la enfermedad grave, en comparación con los perros y el papel de las infecciones retrovirales.