Enfermedad cutánea canina produce efectos sistémicos de gravedad

El organismo es un sistema complejo en el cual todos sus componentes están relacionados entre sí, y el desajuste de una parte del mismo puede producir consecuencias en otros órganos o aparatos.

En este caso, unos investigadores han publicado un artículo donde documentan un extraño caso de enfermedad de la piel inmunomediada y poco común, que implica trastornos sistémicos en perros.

El primer caso, una hembra de carlino esterilizada de seis años de edad, que se presentó con urticaria sistémica severa, edema y eritema. El perro había recibido una inyección de famotidina como tratamiento para los vómitos repetidos.

Al examen físico se detectó hipertermia. En los análisis de sangre también se observaron pancitopenia moderada y hipoalbuminemia. En otras pruebas se encontró proteinuria, infiltración intersticial pulmonar y hepatomegalia. En la histología de la piel se observó edema dérmico e infiltración de células inflamatorias. Por lo tanto, se le diagnosticó hipersensibilidad sistémica aguda.

En el segundo caso, un corgi galés de Pembroke macho castrado de 13 meses de edad, que se presentó con lesiones cutáneas ulcerativas sistémicas graves y parcheadas. El perro tenía antecedentes de heces blandas y dolor alrededor del ano de unos días de duración. En los análisis de sangre se observó trombocitopenia. En histología se observó necrólisis epidérmica, separación de epidermis y dermis e infiltración de células inflamatorias. Por lo tanto, se le diagnosticó una enfermedad inmunomediada con dermatitis por necrólisis.

En el último caso, una pomerania esterilizada de 12 años de edad, se presentó con alopecia sistémica severa, pústula y costra en la piel. El perro había recibido un tratamiento antiinfeccioso. Presentaba anemia regenerativa severa y enzimas hepáticas elevadas. En histopatología de la piel, se observaron células inflamatorias en la capa de queratina del epitelio. Por lo tanto, se le diagnosticó pénfigo foliáceo concurrente con anemia hemolítica inmunomediada.

Los tres casos fueron “diagnosticados con una enfermedad de la piel mediada por el sistema inmunitario, junto con anomalías hematológicas y sistémicas”. Asimismo, todos los casos fueron tratados con fármacos inmunosupresores, prednisolona y ciclosporina.

En los casos 2 y 3, los perros también recibieron inmunoglobulina humana intravenosa como inmunomodulador. “El tratamiento fue exitoso con mejoras significativas en los 3 casos”, explican los autores.