El Consejo de Ministros ha concedido la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad al personal de enfermería, medicina y farmacia. En concreto, las organizaciones laureadas han sido el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.
Se trata de la máxima distinción de carácter civil en el campo sanitario que se entrega en el país y sirve para premiar los méritos, conductas, actividades o servicios excepcionales que han realizado tanto las personas físicas como las organizaciones por el bien público.
La finalidad del premio es reconocer los servicios prestados en la asistencia sanitaria o la lucha contra epidemias. En esta ocasión, el galardón ha venido marcado por la pandemia de la COVID-19.
Entre las labores precisadas para la concesión del premio, se encuentra haber realizado actividades de prevención de enfermedades, haber mejorado sensiblemente las condiciones de salud de la población, haber prestado atención sanitaria en situaciones de emergencia o la participación en investigaciones relevantes.
PROFESIÓN VETERINARIA DURANTE LA COVID-19
Dados los requisitos necesarios para la concesión del galardón, no resultaría descabellada la inclusión de los veterinarios en la lista de las profesiones premiadas, ya que su labor ha estado, durante toda la pandemia, encuadrada en esas premisas.
El veterinario ha estado desde los inicios de la crisis ocasionada por la COVID-19 presente en todos los eslabones de la cadena alimentaria, “de la granja a la mesa”, velando por la salud de los animales de compañía, protegiendo de otro tipo de enfermedades zoonóticas, investigando medidas y procedimientos que puedieran atajar el virus en los múltiples centros de investigación y facultades de Veterinaria, etc.
Además, desde el primer momento, las actividades veterinarias estuvieron incluidas como actividades excepcionadas de la orden general de suspensión de actividad que recogía el Real Decreto por el que se declaró el estado de alarma.
Durante la celebración del Día Mundial de la Veterinaria, que llevaba como lema la “respuesta de los veterinarios a la crisis de la COVID-19”, recogimos, en la figura de algunos nombres propios, la labor esencial que realizaron estos profesionales y mostramos cómo habían colaborado en aspectos claves de la pandemia.
Voces relevantes como la de Bruno González-Zorn, director de la Unidad de Resistencia de Antibióticos de la Universidad Complutense y asesor de la OMS sobre antimicrobianos para medicina humana, manifestó que, durante esta pandemia, “el bienestar de todos nosotros ha estado sobre los hombros de los veterinarios”.