La leishmaniosis es una enfermedad zoonótica con una patogenia muy compleja modulada por la interacción entre el parásito, el vector y el huésped. Aunque las características patológicas han sido ampliamente estudiadas en los órganos típicamente afectados, algunas localizaciones como músculos y órganos reproductivos han sido menos estudiadas.
El objetivo de un estudio, llevado a cabo por investigadores del Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2) de la Facultad Veterinaria de la Universidad de Zaragoza y del Hospital Clínico de la Universidad de Barcelona, ISGlobal, fue evaluar la presencia de lesiones en el músculo temporal y los órganos reproductores masculinos (testículo y epidídimo) y correlacionar sus características con la presencia del parásito y con el estado clínico de los perros.
Se estudió el músculo temporal en 25 perros beagle infectados (nueve hembras y 16 machos) y cinco perros control no infectados (dos hembras y tres machos), y el testículo y el epidídimo en los 19 machos. Los perros fueron sacrificados un año después de la infección y los signos clínicos se evaluaron los anticuerpos séricos de Leishmania y la carga de parásitos en los ganglios linfáticos. Las lesiones musculares y reproductivas se caracterizaron por el método de tinción hematoxilina eosina, e inmunohistoquímica (IHC). La presencia del parásito en las lesiones se evaluó mediante IHC y técnicas moleculares.
Se observó miositis en el 72 % (18/25) de los perros, que se caracterizó por la presencia de lesiones linfoplasmocíticas o histiocíticas. Se detectaron lesiones leves y severas, estas últimas asociadas estadísticamente con la presencia del parásito y con el estado clínico de los perros.
Los autores del estudio también observaron orquitis en el 50% (8/16) de los perros, que fue principalmente leve y linfoplasmocítica. No se encontró relación estadística entre las lesiones testiculares y la presencia del parásito o el estado clínico. Se observó epididimitis en el 87,5% (14/16) de los perros, y las lesiones a menudo estaban infiltradas por numerosos histiocitos y neutrófilos.
Las lesiones del epidídimo se asociaron estadísticamente con el estado clínico de los perros y con la presencia del parásito en las lesiones. En todas las lesiones se encontraron inmunoglobulinas IgG e IgM. El parásito Leishmania se detectó con mayor frecuencia en lesiones graves e histiocíticas, aunque algunas lesiones no tenían parásitos detectables.
Estos resultados “han demostrado que las lesiones en el músculo temporal, el epidídimo y los testículos son comunes en perros infectados por Leishmania infantum y que los perros pueden mostrar una respuesta diferente a la infección. Esta respuesta se caracteriza por diversos grados de respuestas celulares e inmunitarias asociadas con una presencia variable del parásito”.