El pasado 7 de enero de los servicios veterinarios oficiales (SVO) italianos detectaron mediante PCR, realizada en el Laboratorio Nacional de Referencia de Perugia, el virus de la peste porcina africana (PPA) genotipo 2, genotipo circulando en el este y centro de Europa, en muestras recogidas de un cadáver de jabalí hallado muerto en el municipio de Ovada, región de Piamonte en la provincia de Alejandría, situada en la zona noroeste del país.
Después de conocerse este primer caso, el Ministerio de Salud italiano ha ido anunciado nuevos focos de peste porcina africana en el territorio italiano. Según las últimas informaciones del pasado martes 18, ya ascienden a 7.
Después del primer caso en el municipio de Ovada, se confirmó la positividad en cadáveres de jabalí encontrados en el municipio de Fraconalto, en los municipios de Isola del Cantone, de Voltaggio con 2 casos, de Tagliolo Monferrato, y, finalmente, en el municipio de Ronco Scrivia.
Según las primeras investigaciones aún en curso, el perfil genético del virus aislado muestra similitud con el que circula en varios países europeos.
Por otro lado, continúan las investigaciones laboratoriales sobre otros seis cadáveres, mientras que los municipios incluidos en la "zona roja" se han elevado a 117.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España recordó que estos casos suponen un incremento de riesgo para el territorio español por la mayor cercanía del foco, hasta ahora el más cercano a la frontera española, y por el hecho de que el virus demuestra una vez más su capacidad para saltar a larga distancia. Así, recuerdan la importancia de aplicar unas adecuadas medidas de bioseguridad en las explotaciones de porcino, en el transporte animal, así como en relación a los cazadores que viajen a países afectados o de riesgo por la presencia de la enfermedad y que pudieran contribuir, involuntariamente, a la expansión de la enfermedad al regresar a nuestro país.
De igual forma, remarcan la importancia de garantizar el buen funcionamiento de los sistemas de vigilancia pasiva para detectar tempranamente la enfermedad ante una hipotética entrada en España, para lo que es vital que se comunique a los servicios veterinarios oficiales cualquier indicio de la enfermedad que pudiera aparecer en nuestros animales, tanto en las explotaciones y medios.