Estamos en la mitad del mes de noviembre de 2021, y acabamos de encontrar un nuevo caso de rabia en Melilla, cuando todavía no hemos salido del que se notificó en la misma ciudad hace pocos meses y estamos inmersos en la gestión de otro caso en la ciudad de Ceuta.
Habrá quien crea que Ceuta y Melilla están lejos, al otro lado del Estrecho de Gibraltar, en otro continente, pero curiosamente está a tiro de piedra, llevando y trayendo personas y productos a diario. Además, no podemos olvidar la triste realidad que vivimos en todo el territorio peninsular y que también afecta a estas ciudades, que es la presencia de animales abandonados y la de propietarios que no vacunan a sus mascotas frente a la rabia. A nivel nacional este es un problema importante, pero que adquiere mayor relevancia en regiones como Ceuta y Melilla, ya que dichos animales pueden pasar las fronteras que como bien sabemos son permeables, y al igual que se escapa al control un alijo de drogas, también puede escapar al mismo control un inocente cachorrillo que no se declare en su tránsito entre fronteras, o llegar ilegalmente en una patera, o un gato que se haya subido a un barco y pudiendo estar incubando la enfermedad de la rabias, aparece en uno de los puertos con conexión con estas ciudades.
¿Qué es lo q hacemos en Andalucía y otras comunidades? Por suerte, muchas CCAA tenemos regulada la vacunación antirrábica que con la obligación de vacunar al menos se pone freno a un primer contagio debido a la inmunidad de grupo, o si lo preferís, inmunidad de rebaño, que tan de moda se ha puesto en la pandemia de COVID. Pero aún así hay otros muchos animales susceptibles de padecer y transmitir la enfermedad como es el caso de perros abandonados o de los gatos ferales, que, como consecuencia del abandono de estos animales en los distintos municipios, se forman auténticas e incontroladas colonias felinas, sobre la que debemos añadir la falta de control y legislación por parte de las Administraciones.
El asunto es que esos animales que han podido atravesar la frontera de Ceuta o Melilla de manera ilegal y se dirigen a Europa, atraviesan primero Cádiz o Málaga principalmente, se mueven por Andalucía, y mientras caminan, contactan con otros animales. Esta situación de riesgo se torna dramática cuando se transita por otras CCAA donde no es obligatoria la vacunación y por lo tanto carecen de la tan preciada inmunidad de rebaño, por lo que el riesgo de contagio y la dificultad de control puede convertir un simple episodio en una tragedia .
Tenemos todos los datos, sabemos cómo se transmite la Rabia, cuántos fallecimientos hay cada año en el mundo, cómo se pueden evitar, y lo más importante, contamos con el objetivo de la OMS para el año 2030 “#Zeroby30".
Ya no es suficiente con insistir en que el cumplimiento de la normativa es necesario hacerlo con rigor. Debemos dar más pasos, debemos unificar a nivel nacional las políticas públicas de protección frente a la rabia, unificar la obligatoriedad de vacunación antirrábica de las poblaciones susceptibles de transmitir esta enfermad, que, para el despistado, es la zoonosis que más muertes causa en el mundo. Mientras Ud. lee estas palabras, acaba de morir otra persona de rabia en el mundo (1 cada 9, según datos de la OMS).
Tal y como está la situación ambiental potenciada con la globalización, que está propiciando la diseminación de enfermedades de transmisión por vectores, en el caso de la rabia, la transmisión es a través del contacto con la saliva de un Animal infectado, y teniendo un remedio tan eficaz como es la vacunación, los facultativos veterinarios tenemos que aunar esfuerzos y concienciar a nuestros políticos y administraciones de la necesidad de un estrategia de forma que consigamos cumplir el objetivo de la OMS para el año 2030, e implicar a la sociedad de la importancia de cuidar la salud de sus animales para salvaguardar la salud de las personas.
Y permitirme que insista, no basta con la obligación de vacunación exclusivamente de animales con propietarios. El principal riesgo en regiones diana como Ceuta, Melilla o Andalucía requiere de políticas más horizontales, que consideren a todos los animales susceptibles de transmitir esta enfermedad y no solo a aquellos cuyo propietario pueda llevarlo a una clínica veterinaria.
Para aquellos facultativos veterinarios, aquellas administraciones y aquellos gobernantes y legisladores que piensan que la enfermedad de la Rabia está lejos, que se acuerden que también pensábamos en 2020 que China y su Coronavirus estaban lejos de España.