El pasado 22 de febrero, la Real Federación Hípica Española (RFHE) comunicaba la detección de un brote vírico infeccioso entre algunos de los caballos que participaron en la competición internacional de saltos que tuvo lugar en las instalaciones del Centro Escuela de Saltos CES Valencia.
La Federación Ecuestre Internacional (FEI) explicó en su momento a Diario Veterinario que “los caballos que habían abandonado la sede valenciana el 14 de febrero se enfermaron días después de regresar a su país de origen y posteriormente dieron positivo por PCR al virus del herpes equino tipo 1 (HVE-1)”.
Un brote considerado como “uno de los más virulentos a escala europea de las últimas décadas”, aseguraron los expertos. El virus obligó a cancelar todos los eventos internacionales programados en 10 países europeos y muchos de los caballos con síntomas de la enfermedad fallecieron.
El pasado 18 de marzo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) elaboraba un informe sobre la situación del brote de rinoneumonía equina donde lo daba por controlado. “No se tiene información de que se hayan detectado focos secundarios de HVE-1, de forma que por el momento se considera que la situación epidemiológica se encuentra controlada”, explicaron.
El 19 de marzo de 2021, la FEI confirmó dos caballos muertos en Bélgica, cinco en Alemania y diez en España. Dinamarca, Francia, Italia, Eslovaquia, Suecia y Qatar confirmaron casos relacionados.
Ante esta situación, la diputada Hilde Vautmans ha preguntado a la Comisión Europea si ha tenido conocimiento del preocupante brote y si investigará sus causas, qué medidas han tomado y cuáles tomarán para combatir cualquier nuevo brote del virus, y cómo ayudará la Comisión a los Estados miembros y al sector ecuestre.
En su respuesta, Stella Kyriakides, comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, asegura que desde que se tuvo conocimiento del brote, “han estado en contacto con las autoridades españolas y la Federación Ecuestre Internacional (FEI)”, por lo que exponen ser conocedores de la evolución del brote.
Respecto a las medidas presentes y futuras, dejan claro que “la rinoneumonitis equina no es una enfermedad de declaración obligatoria en la Unión Europea y, por tanto, no es objetivo inmediato para el Equipo de Emergencia Veterinaria Comunitario establecido bajo decisión de la Comisión 2007/142 / EC4”.
Por otra parte, exponen que no existe “una base jurídica para ayudar a los Estados miembros para apoyar al sector equino en caso de aparición de HVE-1. La rinoneumonitis equina ocurre con regularidad en los Estados miembros y en todo el mundo. La mejor prevención es la bioseguridad y la vacunación, aunque ninguna de las vacunas garantiza una protección contra HVE-1”.