La Asociación Internacional de Organizaciones de Interacción Humano-Animal (IAHAIO, por sus siglas en inglés), en colaboración con expertos individuales y organizaciones relevantes, ha publicado recientemente las directrices internacionales para intervenciones asistidas con equinos. Se basan en una revisión de la evidencia de las mejores prácticas e investigaciones actuales, aseguran.
Estas directrices brindan orientación sobre las mejores prácticas para cumplir con los requisitos de cuidado, capacitación y bienestar de los equinos involucrados en la prestación de servicios asistidos por estos animales. Los ejemplos incluyen servicios que incorporan caballos en la práctica de terapias, en la educación y el aprendizaje, y la equitación y la equitación adaptativas y terapéuticas.
La recomendación es que estas pautas sean adoptadas e implementadas en la práctica por todos los que incorporan caballos en servicios que benefician a las personas. Los autores reconocen que el conocimiento puede cambiar con el tiempo a medida que la investigación y la práctica se expanden y se pretende que este documento se revise cada dos años y se ajuste, si es necesario.
“Todas las personas que brinden atención, bienestar o capacitación equinos deben tener las calificaciones, la capacitación y la experiencia adecuadas para seguir estas pautas”, subrayan.
CUIDADO Y BIENESTAR EQUINO
La guía recoge una serie de pautas para velar por el cuidado y bienestar equino, concretamente once puntos.
En uno de ellos, los expertos recuerdan que es necesario la interpretación precisa del comportamiento equino, las capacidades cognitivas y sensoriales, las estrategias de comunicación, los estados positivos y los indicadores de bienestar, los signos de estrés, malestar, dolor y fatiga, para brindar una atención adecuada.
También hacen hincapié en que deben evitarse largos periodos de tiempo en puestos o pequeños recintos y resaltan la importancia de una correcta nutrición, ya que afecta a la salud y el comportamiento de los caballos, por ello instan a establecer la dieta junto con un nutricionista equino o veterinario. Además, “los veterinarios, herradores y dentistas equinos deben brindar atención médica regular. Los problemas de salud, ya sean físicos o psicológicos, deben abordarse de inmediato y se debe dar al caballo el tiempo suficiente para recuperarse o para ser trasladado a un entorno más apropiado para sus necesidades”.
Asimismo, remarcan la importancia de garantizar la oportunidad de descansar, relajarse y dormir al caballo mientras no esté ejerciendo ninguna actividad. “Los patrones de sueño del caballo difieren de los de los humanos, y los caballos necesitan dormir acostados (no solo de pie) sobre una superficie blanda para mantener su salud”.
ENTRENAMIENTO Y MANEJO DE EQUINOS
En referencia al entrenamiento y manejo de equinos, la guía señala que los entrenadores deben demostrar un conocimiento formal de la modificación del comportamiento y el acondicionamiento de los caballos, no simplemente sus años de experiencia con los caballos.
“Todas las personas que manipulen caballos deben tener conocimiento sobre los signos equinos de malestar, estrés y dolor, y cómo proporcionar alojamiento al caballo cuando estos estados están presentes para reducir el riesgo entre humanos y caballos”.
Durante la manipulación, se debe evitar la presión constante sobre la cabeza del caballo por parte de equipos tales como cabestros y cuerdas de plomo. Los proveedores y aquellos que ayudan con el servicio deben evitar aumentar la carga sensorial del caballo tocando, acariciando o apoyándose con frecuencia en el caballo mientras el caballo interactúa con un participante.
Respecto al entrenamiento, indican que los “protocolos de entrenamiento para el caballo deben basarse en el refuerzo y seguir principios de aprendizaje científico y marcos éticos (menos intrusivo - mínimamente aversivo). Es necesario el uso correcto de habituación / desensibilización, condicionamiento operante, condicionamiento clásico y modelado, con especial atención a los estados emocionales y físicos del caballo durante el entrenamiento”.
Asimismo, recomiendan evitar las reacciones de huida, peleas o congelación durante el entrenamiento y manejo de caballos. “Si surgen situaciones de alto estrés en el entrenamiento, el enfoque debe ajustarse para garantizar la salud y el bienestar de los equinos”.
Por último, piden que los caballos que jalan o cargan a los participantes deben someterse a un programa continuo de acondicionamiento muscular centrado en ejercicios específicos para la aptitud física y la fuerza de los músculos centrales. “Esto debe proporcionarse fuera de las interacciones de los participantes”.
La guía al completo en este enlace.