El riesgo de que la gripe aviar se traslade a países europeos previamente no afectados es alto, según una actualización publicada hoy por la EFSA que muestra que el virus se está propagando rápidamente por todo el continente.
En el último mes se han notificado más de 300 casos en Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Irlanda, los Países Bajos, Suecia y el Reino Unido. La mayoría de las detecciones se produjeron en aves silvestres, aunque ha habido algunos brotes en aves de corral. El nuevo informe califica como alta la probabilidad de que el virus se propague de aves silvestres a aves de corral.
En su resumen anterior, la EFSA advirtió que la influenza aviar altamente patógena (IAAP) podría propagarse rápidamente a Europa occidental luego de los brotes entre aves silvestres y domésticas en Rusia occidental y Kazajstán este verano. La región se encuentra en la ruta de migración de otoño para las aves acuáticas silvestres que se dirigen a Europa.
Hasta ahora no se han detectado casos humanos en los nuevos brotes y el riesgo de transmisión al público en general sigue siendo muy bajo. Sin embargo, la evolución de los virus debe ser monitoreada de cerca para evaluar el riesgo continuo de que surjan virus que puedan transmitirse a los humanos.
Nik Kriz, Jefe de la Unidad de Sanidad Animal y Vegetal de la EFSA, indica que "para evitar una mayor escalada de estos brotes se requerirá una estrecha cooperación entre las autoridades de salud animal, pública, ambiental y ocupacional, en otras palabras, un enfoque de Una sola salud, en toda Europa".
Se insta a las autoridades nacionales a continuar la vigilancia de aves silvestres y aves de corral y a implementar medidas de control para evitar el contacto humano con aves infectadas o muertas. También se recomienda a los Estados miembros que apliquen en sus áreas de alto riesgo las medidas de mitigación de riesgos y bioseguridad reforzada descritas en la Decisión de Ejecución (UE) 2018/1136 de la Comisión.
El intercambio de secuencias genómicas virales completas es fundamental para que las autoridades puedan detectar rápidamente la aparición de nuevos virus o mutaciones genéticas con propiedades relevantes para la salud pública y animal.
El informe fue elaborado con el apoyo del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y el Laboratorio Europeo de Referencia para la Influenza Aviar.