Los investigadores de la Universidad de Nottingham (Reino Unido) quieren ver si pueden identificar patrones específicos de descanso para caballos de forma individual, así como los factores que podrían estar influyendo en el descanso, como el ejercicio, la temperatura, la edad y la personalidad.
Los investigadores esperan que, si pueden encontrar lo que es un patrón de descanso "normal" para un caballo en particular, cualquier desviación de esto pueda alertar a los propietarios sobre el hecho de que algo anda mal.
Los caballos tienen dos fases de sueño: sueño de ondas lentas (SWS) y sueño de movimientos oculares rápidos (REM), y si bien se conoce que los caballos pueden dormir de pie, esto solo es cierto para la fase SWS.
Para lograr el sueño REM y su ciclo de sueño completo, que es importante para el bienestar físico y mental, los caballos deben acostarse.
La evidencia sugiere que los caballos pueden experimentar privación del sueño si no pueden acostarse para lograr la fase REM del sueño, y esto podría deberse a una lesión o enfermedad que lo hace demasiado doloroso, o al estrés si no se sienten seguros en su entorno.
Debido a que los caballos a menudo duermen por la noche y la mayoría de los propietarios no pueden controlar sus patrones de descanso, esta falta de sueño puede pasar desapercibida hasta que los síntomas se vuelven extremos.
El estudio de la universidad implica analizar videos del comportamiento nocturno de caballos sanos en una escuela de equitación durante varias noches y registrar otros detalles específicos de cada caballo.
Otra parte del proyecto es usar acelerómetros que registran automáticamente el movimiento y monitorean de forma remota el comportamiento nocturno de los caballos.
"Esperamos que durante varias noches podamos identificar patrones de descanso únicos para caballos individuales y qué podría estar influyendo en ese patrón", explica Kym Griffin, investigadora de la Facultad de Ciencias Animales, Rurales y Ambientales de la Universidad de Nottingham.
Asimismo, añade que “los caballos no necesitan tanto sueño como los humanos, típicamente solo de tres a cinco horas por noche, con aproximadamente 30 minutos de sueño REM. Pero ese sueño REM es muy importante para su bienestar físico y mental, por lo que es importante asegurarse de que lo obtengan todas las noches. Si no están durmiendo lo que necesitan, podría haber una razón para ello y podría ser una señal temprana de que algo no está bien”.
“El desafío es que, al igual que los humanos, hay mucha variación en la cantidad de tiempo que un individuo necesita para descansar cada noche. Los patrones de descanso pueden verse influenciados por una variedad de factores, por lo que debemos investigarlos para que podamos comprender mejor el patrón de sueño normal de cada animal”, concluye.