La formación empresarial de los veterinarios fue abordada en el Colegio de Veterinarios de Huesca en una jornada que llevaba por título “(Sobre)vivir en tiempos revueltos”. Tuvo lugar el martes 18 de junio con la participación de Jordi Calvo, veterinario experto en clínicas veterinarias. El evento se centró en la importancia de saber gestionar los centros veterinarios.
El ponente subrayó que hay unanimidad en el sector a la hora de valorar la formación técnica de los veterinarios, y también hay unanimidad en coincidir en que la asignatura pendiente es saber gestionar adecuadamente las clínicas veterinarias.
Tanto Fernando Carrera, presidente del Colegio de Veterinarios de Huesca, como el propio Jordi Calvo indicaron que se echa en falta que las universidades formen a los futuros veterinarios en buenos gestores empresariales. Y señalaron que los profesionales de este sector se mueven en un entorno muy competitivo, por lo que hay que saber ser un buen empresario, con una labor comercial y de marketing, manteniendo una relación constante con los clientes y sabiéndolos fidelizar.
De izq. a drch.: Fernando Carrera y Jordi Calvo.
Jordi Calvo apuntó que los veterinarios deben ser conscientes de la importancia capital que tiene el hacer gestión para que cualquier centro veterinario pueda sobrevivir. Reconoció que los propietarios de centros veterinarios sienten verdadera pasión por su trabajo clínico; sin embargo, gestionan lo justo y porque no les queda otro remedio.. Y añadió: “No podemos esperar sentados a que entren los clientes por la puerta (esto funcionaba hace 20 años pero no hoy); hemos visto cerrar uno de cada tres centros en los últimos ocho años, aunque han abierto muchos otros”.
El ponente concluyó afirmando que “el secreto de la supervivencia pasa por un control exhaustivo de las cifras y los indicadores de nuestro negocio, tomar los mandos de la nave, y utilizar la información para tomar decisiones”.