Los farmacéuticos de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, con el apoyo del Consejo Andaluz de Farmacéuticos, han manifestado que las únicas funciones de los veterinarios en Salud son “las relacionadas exclusivamente con los alimentos de origen animal y la zoonosis, siendo el resto de toda la cartera de servicios del Servicio Andaluz de Salud, de los farmacéuticos”, según han denunciado los veterinarios de Salud de Cádiz al Colegio de Veterinarios de Cádiz.
Desde la institución veterinaria señalan que los veterinarios han expresado su “gran enfado” después de que los farmacéuticos hayan emprendido una guerra contra éstos y sus funciones dentro de la Consejería de Salud, en el ámbito de la Salud Publica, “materializada en la sentencia de anulación de temario de las posiciones (SENTENCIA Nº 105/201)”, indican.
El colectivo veterinario se muestra indignado y no comprende “como unos profesionales, que siempre fueron acogidos como compañeros y que fueron ayudados y apoyados en el largo proceso de reestructuración andaluza en el que ellos entraron por la senda que nosotros pudimos abrir, ese largo camino desde el antiguo cuerpo de sanitarios locales y el actual cuerpo A4. Tras esto nos lo agradecen con algo inexplicable”, se quejan.
Resaltan que son “un cuerpo esencial en el ámbito de la prevención y protección de la Salud Pública, y que desde sus orígenes se dedicaba al control de todos los alimentos pues controlaban desde los mercados municipales, los fielatos (puestos de control de entrada a los municipios de todos los alimentos), las lonjas de frutas y verduras, los mataderos…)”.
Además, hacen referencia al reglamento de veterinarios titulares del año 1906 que cita textualmente “los veterinarios tendrán a su cargo la inspección completa de Mataderos, Mercados públicos y privados, fábricas de embutidos, fielatos, carnicerías, mondonguerías, casas de comidas y demás establecimientos análogos, como también las lecherías, pescados y verdulerías.”
Por otra parte, destacan la labor del veterinario en los asuntos ambientales, “es tradicional la dedicación de estos profesionales a las actuaciones relacionadas con la clásicas tres D (Desratización, Desinsectación y Desinfección), con todos los residuos y purines de contaminación ambiental y de acuíferos, así como, la inspección de cualquier establecimiento en relación al antiguo Decreto 2414/1961 de 30 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas”.
También señalan la apertura de las competencias de los veterinarios a materias relacionadas con el “control de piscinas, control de legionella, control de peligros químicos...".
“Se empecinan nuestros ‘compañeros’ los farmacéuticos que esto es solo de ellos, y en exclusiva, cuando en exclusividad dentro de nuestras funciones y por ley solo estaría los mataderos y zoonosis para los veterinarios y los medicamentos para los farmacéuticos”, afirman.
Así, han solicitado a la entidad colegial que actúe y emprenda “las acciones jurídicas necesarias en defensa de la profesión por respeto a los que nos precedieron y a los que nos seguirán”.