Como ya anunciara Diario Veterinario el pasado 28 de enero, la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) tenía el pensamiento de revisar la clasificación de riesgo de los antimicrobianos utilizados en animales.
Así, ahora la EMA ha sacado a consulta pública dicha revisión, para actualizar la categorización de los antimicrobianos. Desde la Agencia señalan que se busca “refinar la clasificación de estos medicamentos según el riesgo que su uso en animales causa a la salud pública a través del posible desarrollo de resistencia a los antimicrobianos”.
El objetivo de la actualización es tener en cuenta la experiencia adquirida desde la publicación inicial de la categorización de antimicrobianos en 2014. Una publicación llevada a cabo por el Grupo de expertos en asesoramiento antimicrobiano (AMEG, por sus siglas en inglés) y adoptada por el comité de medicamentos humanos de la EMA (CHMP, por sus siglas en inglés) y el comité de medicamentos veterinarios (CVMP, por sus siglas en inglés).
En el 2014, la clasificación propuso tres categorías para los antimicrobianos clasificados como antimicrobianos de importancia crítica (CIA) en la lista de la CIA de la Organización Mundial de la Salud, es decir, los más relevantes para la salud humana. Si bien, ahora la categorización actualizada de la EMA pretende considerar todas las clases de antimicrobianos e incluir criterios adicionales como la disponibilidad de antimicrobianos alternativos en medicina veterinaria.
Por ello, la clasificación actualizada comprende cuatro categorías, de la A a la D.
Por un lado, la categoría A ("Evitar"), incluye las clases de antimicrobianos no autorizados actualmente en medicina veterinaria en la Unión Europea (UE). Para estos medicamentos, su uso en animales productores de alimentos está prohibido y se pueden administrar a animales de compañía solo en circunstancias excepcionales.
En segundo lugar, la categoría B ("Restricción"), se refiere a quinolonas, cefalosporinas y polimixinas de tercera y cuarta generación. El uso de estos antimicrobianos en animales debe restringirse para mitigar el riesgo para la salud pública.
Por otra parte, la categoría C ("Precaución"), abarca los antimicrobianos para los cuales, en general, existen alternativas en medicina humana en la UE, pero en medicina veterinaria solo hay algunas alternativas en ciertas indicaciones. Estos antimicrobianos solo deben usarse cuando no haya sustancias antimicrobianas en la Categoría D que sean efectivas.
Y, por último, la categoría D ("Prudencia"), es la categoría de menor riesgo. Los antimicrobianos que pertenecen a esta categoría pueden usarse en animales de manera prudente. Esto significa que deben evitarse el uso innecesario y los largos períodos de tratamiento, además el tratamiento grupal debe restringirse a situaciones en las que el tratamiento individual no es factible.
Desde la Agencia informan que la categorización ya está abierta para consulta hasta el próximo 30 de abril. Una vez finalizado, los datos recogidos ayudarán a los responsables de la toma de decisiones en la UE a elaborar directrices para el uso de antimicrobianos en medicina veterinaria.