CDMX tendrá su primer laboratorio de alimentación sostenible en la Facultad de Veterinaria de la UNAM

Un grupo de alrededor de 300 investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ya externó su interés en participar en el Laboratorio Nacional en Alimentación Sostenible (LASOS), hoy en su primera etapa de creación y que forma parte de los proyectos de la Red de Laboratorios de Sustentabilidad Alimentaria (Red LABSA).

Red LABSA es un plan diseñado por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (Sectei), en el marco de la Red ECOS, para ponerlo en práctica en los suelos de conservación de la Ciudad de México, cuya superficie ocupa casi el 60 % del territorio de la capital. Tiene como objetivo coadyuvar a mejorar la seguridad alimentaria a través de sistemas agrícolas productivos y sostenibles.

Aportará tecnología y métodos innovadores a los productores para impulsar la producción agropecuaria, orientada en mantener y restaurar el medioambiente.

PRIMERA ETAPA

El proyecto LASOS ya dio sus primeros pasos y su responsable, la doctora María Elena Trujillo Ortega, coordinadora del Programa Universitario de Alimentación Sostenible (PUAS), de la UNAM, explicó que "la primera etapa, ya concluida, consideró estudios de viabilidad operativa, técnica, financiera y política".

Así, se pudo identificar a académicos e investigadores que forman parte de la Universidad Nacional y trabajan en líneas de investigación relacionadas con alimentación y sostenibilidad; se determinaron indicadores de impacto, líneas base, agendas de investigación y eventuales vacíos de información.

Además, se evaluaron los recursos de infraestructura y se estableció la mejor opción para la construcción del laboratorio, así como los requerimientos financieros y la disposición de las autoridades universitarias para su constitución.

La información se obtuvo por medio de un estudio de factibilidad, incluido uno de mercado; trabajo de categorización y sistematización, entrevistas individuales y de grupo, análisis cienciométrico de publicaciones arbitradas, así como una evaluación de los aspectos técnicos relativos a localización, tamaño, requerimientos técnicos, posibles impactos ambientales del proyecto y medios de sostenimiento a mediano y largo plazo.

LO QUE VIENE

Las siguientes etapas contemplan la edificación, así como el diseño del organigrama para su operación. En este lugar se medirá la composición de los productos agrícolas y la contaminación que generan en su producción (huellas de carbón e hídrica); asimismo, se realizarán análisis genómicos.

Con ello, se podrá determinar si el alimento es sostenible o no, y lo que se tiene que hacer para que mejore y perdure en el tiempo. El sitio servirá igualmente para la capacitación y la gobernanza.

"La estructura de la UNAM, con investigadores y académicos, más de una decena de carreras relacionadas con la alimentación, vasta investigación, estudios de posgrado y el PUAS, favorece la creación del laboratorio", consideró la doctora María Elena Trujillo.

“En la Ciudad de México no existe un laboratorio de alimentación sostenible”, señaló y añadió que fue a partir de una solicitud que apoyó la Sectei para el proyecto de su creación, porque “en esta universidad se tienen muchos esfuerzos encaminados en la materia”.

LASOS se construirá en instalaciones ya existentes dentro de Ciudad Universitaria, en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, y operará de forma sostenible.

Su ubicación obedece a que buena parte de los proyectos de sostenibilidad de la Sectei se realizan en el sur de la ciudad, donde están mayormente los suelos de conservación. El beneficio, en primera instancia, sería para la CDMX, pero el conocimiento se puede trasladar a los estados.

Los primeros resultados serían en el área medio ambiental, para que los pequeños productores que están alrededor o dentro de la ciudad puedan tener una producción agroecológica sostenible.

Los otros tres proyectos que conforman la Red LABSA son: diseño de agroecosistemas para la producción sustentable de alimentos en la Ciudad de México, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); el Laboratorio de Manejo Sustentable de Suelos y Evaluación de Compostas, que realiza el Instituto Politécnico Nacional (IPN), y la Escuela Chinampera.

“Lo que se está haciendo es inédito, que las tres universidades, UAM, IPN y UNAM, se unan en un esfuerzo común para ofrecer resultados a la ciudadanía”.