El Instituto Nicaragüense de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA) ha confirmado dos casos de contagio por gusano barrenador en humanos en Nicaragua, junto con más de 2.500 en animales, en lo que va de este año.
Ricardo Somarriba, director del IPSA, ha explicado que los dos casos fueron detectados a tiempo y que, en coordinación con el Ministerio de Salud (Minsa), se brindó atención inmediata a las dos personas afectadas. “Se nos dio dos casos en humanos en Nicaragua, pero lo vimos a tiempo, gracias a Dios. Pero como estamos coordinados con el Ministerio de Salud, eso es de inmediato, porque sí vos dejas pasar siete días, te desbarata y después en diez días cae al suelo y se vuelve a multiplicar”, explicó.
La plaga, que habría reaparecido en el país desde hace seis meses, ha ido empeorando progresivamente en los últimos tres meses, especialmente en el último mes, puesto que a mediados de agosto se reportaban 1.800 animales infectados y desde entonces, ha habido un aumento de 700 animales adicionales infectados. Aunque no detalló el estado de los humanos infectados, Somarriba indicó que uno de los heridos fue contaminado a través de “una heridita” en una nalga.
Somarriba, además, dejó entrever que la propagación del gusano barrenador se debe a personas “que no revisan sus animales o que trasladan un animal de un lugar a otro sin revisarlo”. A su vez, culpó a las autoridades de Costa Rica por las reinfestaciones registradas en las zonas fronterizas con Panamá: “Costa Rica no estaba trabajando sobre la línea fronteriza, porque no habían contratado a veterinarios y se volvía a reinfectar la frontera” afirmó. En este sentido, destacó que en Panamá se han registrado más de 35.000 casos, incluyendo 73 en personas y que Costa Rica supera los 7.000.
Río San Juan, Rivas, Boaco, Carazo, Masaya, Granada, Managua, Matagalpa y Región Autónoma de la Costa Caribe Sur son las principales zonas infectadas. La mayoría de infectados reportados en agosto fueron bovinos (1410), porcinos (249), equinos (106), caninos (59), así como un ave, 17 ovinos y 11 caprinos en agosto.
Los síntomas habituales de la infección son las heridas abiertas con larvas visibles, hinchazón y enrojecimiento alrededor de la herida, así como dolor intenso, secreciones y mal olor en la zona afectada.
Cabe destacar que, tras la reaparición del gusano barrenador, Nicaragua decretó el pasado mes de abril una alerta sanitaria a nivel nacional.