El virus del Nilo Occidental (WNV, Orthoflavivirus nilense ) es un pequeño virus de ARN envuelto de cadena positiva que pertenece al género Orthoflavivirus de la familia viral Flaviviridae. Es un virus zoonótico reemergente y un virus transmitido por artrópodos, típicamente transmitido por mosquitos culicinos, como parte de un ciclo enzoótico en el que muchas especies de aves pueden actuar como reservorios o huéspedes amplificadores, y otras especies, incluidos humanos y caballos, que son hosts incidentales (sin salida). Normalmente, el virus pasa por un ciclo cerrado entre las aves silvestres y los mosquitos, y las aves potencialmente portan el virus durante sus movimientos, que van desde locales hasta largas distancias.
El género Orthoflavivirus comprende más de 70 taxones de virus, todos transmitidos por artrópodos, con dos clados principales transmitidos por mosquitos o garrapatas, respectivamente, un clado sin vector artrópodo conocido y un pequeño número de especies provisionales. En la mayoría de los casos, los huéspedes principales del género Orthoflavivirus son mamíferos o aves. Las infecciones varían desde asintomáticas hasta fiebre hemorrágica grave o mortal o enfermedad neurológica. Los patógenos humanos más importantes de este grupo incluyen el virus de la fiebre amarilla, el virus del dengue, el virus de la encefalitis japonesa (JEV), el virus de la encefalitis transmitida por garrapatas (TBEV), el WNV y el virus Zika.
El VNO se aisló de una mujer febril de Uganda en 1937 y se conocía sólo en África, Eurasia y Australia antes de surgir en Nueva York en 1999. Actualmente, el VNO está presente en numerosos países del mundo, incluidos todos los países vecinos de España.
En España se han detectado casos de VNO en humanos, caballos y aves silvestres. El primer caso humano de VNO en España fue diagnosticado retrospectivamente a partir de una muestra de 2004. Desde 2010, se han recuperado casos de VNO en humanos y caballos en Andalucía y Extremadura, Cataluña y la Comunidad Valenciana. El mayor brote, de Andalucía y Extremadura, en 2020, provocó 77 infecciones y ocho muertes. Desde entonces, se han recuperado casos humanos anualmente: seis de Andalucía en 2021, cinco casos de Andalucía y Cataluña en 2022, y 17 casos de Andalucía, Extremadura, Cataluña, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana en 2023.
El primer brote equino en España se informó en 2010, y desde entonces se han producido nuevos casos anualmente. Además, en 2012 se recuperaron muestras seropositivas de caballos asintomáticos en el centro de España, incluido Madrid, donde se informó de un caso IgM positivo, lo que implicaba una infección reciente.
EL PRIMER AVE INFECTADA EN ESPAÑA FUE UNA FOCHA COMÚN
Por otro lado, se ha descubierto que el VNO infecta a más de 392 especies de aves distintas. La primera evidencia, indirecta, de transmisión del VNO en aves silvestres en España, en 2003, fue proporcionada por una encuesta serológica de la focha común (Fulica atra), un ave acuática parcialmente migratoria, en el Parque Nacional de Doñana. Desde entonces, el VNO se ha detectado en aves silvestres y cautivas en España mediante técnicas de vigilancia tanto directas como indirectas.
El objetivo de un estudio realizado por Richard A. J. Williams, Tania Ayllón Santiago, Marta Mateo Barrientos y Gustavo Ortiz-Díez de la Universidad Complutense de Madrid; Hillary A. Criollo Valencia de la Universidad Alfonso X El Sabio; Irene López Márquez y Fernando González González del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA); Francisco Llorente y Miguel Ángel Jiménez-Clavero del Centro de Investigación en Sanidad Animal CISA-INIA; y Núria Busquets del Centro de Investigación en Sanidad Animal IRTA-CreSA, fue verificar la posible circulación del VNO en aves silvestres y equinos en Madrid entre 2020 y 2022. Además, se examinaron varios factores que podrían proporcionar información sobre el alcance de la exposición al virus entre estos animales en esta zona.
Aunque se ha demostrado que el VNO se está propagando por el sur y el noreste del país, hasta donde saben los autores, la única evidencia de circulación del VNO en la Comunidad de Madrid fue la detección de anticuerpos específicos en caballos en 2012.
El trabajo consistió en un estudio retrospectivo, realizado en aves silvestres, y un estudio prospectivo en equinos con el fin de comprobar la posible circulación del VNO en estas especies animales en la Comunidad de Madrid. En todos los casos se utilizaron muestras de suero.
Se recogieron muestras de sangre de 159 aves en diferentes zonas de la Comunidad de Madrid por el centro de rescate de fauna silvestre GREFA (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat) entre agosto de 2020 y agosto de 2021. Las áreas de muestreo de campo cubrieron la mayor parte de la Comunidad de Madrid.
Se muestrearon diecisiete especies de aves, predominando la cigüeña blanca, con 95 ejemplares, seguida de milanos reales, águilas perdiceras, buitres leonados, o milanos negros, entre otros.
Respecto a los equinos, se recogieron veinticinco muestras de suero de animales clínicamente sanos, compuestos por veintitrés caballos y dos burros, de diferentes centros ecuestres y propiedades privadas de la Comunidad de Madrid, entre enero y abril de 2022.
13 AVES Y UN CABALLO POSITIVOS
El suero de trece aves (8,2 %) y un equino (4 %) dio positivo en un ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas competitivo (cELISA) del VNO diseñado para la detección de anticuerpos contra el VNO, pero sensible a anticuerpos de reacción cruzada con otros flavivirus.
La prueba de neutralización viral (VNT) confirmó anticuerpos contra el VNO en cuatro muestras de aves (2,5 %) y anticuerpos contra flavivirus indeterminados en cuatro muestras adicionales.
La muestra equina que dio positivo para WNV residía anteriormente en un área endémica de la enfermedad. Las aves positivas para ELISA incluyeron especies migratorias y residentes, juveniles y adultos.
Así, ante estos resultados, los autores comentaron que “los hallazgos de seroprevalencia en aves de este estudio se encuentran dentro del rango de investigaciones previas en España que utilizaron las pruebas cELISA, lo que indica tasas de seroprevalencia que oscilan entre el 1,96 % y el 31,25 %”.
Igualmente, han discutido el caso concreto de dos aves que en el año de eclosión fueron seropositivas para flavivirus indeterminado, para las que no se descartó ni confirmó la infección por VNO. Uno de ellos era un polluelo de cigüeña blanca, trasladado a GREFA como parte de un plan de reubicación de nidos antes del primer vuelo. Esta ave seropositiva “debió haber sido infectada en su nido en Alcobendas”. La segunda ave seropositiva a un flavivirus indeterminado, un buitre leonado, fue capturada cuando era cría el 28 de septiembre. “Este individuo apenas podía volar y no habría podido viajar más allá de los confines de la Provincia de Madrid”.
Por lo tanto, estas dos aves juveniles seropositivas “sugieren transmisión local de flavivirus dentro de la Comunidad de Madrid, mientras que aves adultas seropositivas al VNO pueden haber sido infectadas fuera de Madrid”. La posible circulación de flavivirus, incluido el VNO, en aves de la Comunidad de Madrid justifica una "mayor vigilancia de los mosquitos, las aves silvestres y los caballos en Madrid para establecer el alcance de la transmisión y las principales especies implicadas”.
En resumen, “este trabajo proporciona la primera evidencia de la transmisión de flavivirus en aves en la provincia de Madrid en 2020 y 2021”. Además, los hallazgos subrayan que “aves silvestres han estado expuestas al VNO a poca distancia de Madrid, probablemente en áreas que comparten características ambientales similares”.
POSIBLE CIRCULACIÓN ENDÉMICA
Los autores alertan sobre este hecho, ya que “se ha observado que el VNO reaparece con frecuencia en la misma zona en los años siguientes después de que se informa un primer brote”. Las condiciones para el mantenimiento y la circulación del VNO, que se sabe que existen en determinadas zonas de la Península Ibérica, especialmente en el suroeste, “parecen estar aumentando”, en consonancia con la observación de que “el cambio climático puede favorecer el establecimiento de poblaciones de mosquitos competentes en un área más amplia”.
En consecuencia, sentencian que “una mayor vigilancia de aves silvestres, caballos centinela e insectos vectores en la provincia de Madrid y en toda España es de suma importancia para caracterizar mejor el virus, su comportamiento y propagación con el fin de implementar medidas adecuadas para proteger la salud pública en Madrid, la tercera conurbación más grande en Europa occidental”.
Además, “caracterizar el linaje o linajes del virus del Nilo Occidental potencialmente presentes en la Comunidad de Madrid sería esencial para la planificación de riesgos”.