Revelan un importante hallazgo sobre el efecto de la gabapentina sobre la presión arterial en gatos

Las visitas a la clínica veterinaria pueden ser una fuente de estrés tanto para el paciente felino como para el cuidador. Esto puede afectar el bienestar de la mascota y el vínculo entre humanos y animales, y provocar dudas a la hora de asistir a visitas de rutina.

Es importante paliar el nivel de estrés del paciente para realizar una evaluación precisa de su salud y realizar procedimientos de forma segura y eficaz durante las interacciones veterinarias. Un cambio notable y medido rutinariamente en los parámetros fisiológicos que resulta del estrés es la hipertensión situacional: presión arterial (PA) alta inducida por ansiedad o excitación que no refleja con precisión la PA inicial del animal. Sin embargo, la medición de la PA arterial en pacientes felinos es fundamental para una evaluación médica completa, y las lecturas precisas pueden ser un desafío. En concreto, la enfermedad renal crónica (ERC) es muy prevalente en pacientes felinos, y la medición de la PA es un aspecto importante de la evaluación en esta enfermedad.

Junto con las interacciones amigables con los gatos para reducir las conductas protectoras, los medicamentos contra la ansiedad pueden ser útiles para limitar los desafíos asociados con el estrés en el entorno clínico. Se ha demostrado que la gabapentina disminuye el estrés asociado a las visitas en pacientes felinos en una variedad de escenarios clínicos, incluida la medición de la PA, y en general se considera un medicamento relativamente seguro con efectos clínicamente significativos mínimos sobre los parámetros fisiológicos.

Sin embargo, se debe dar especial consideración al usar gabapentina en pacientes con función renal comprometida. La gabapentina se elimina casi por completo mediante excreción renal y la disminución de la función renal influye significativamente en la farmacocinética de la gabapentina en humanos. Si bien se han utilizado dosis de gabapentina en el rango de 50 a 150 mg/gato en gatos normales, debe tenerse en cuenta que dosis más altas pueden no ser adecuadas para gatos con ERC.

En un estudio en el que gatos con ERC recibieron una dosis oral única de 10 mg/kg, las concentraciones séricas de gabapentina con dosis normalizadas fueron significativamente mayores en gatos con ERC en comparación con gatos normales. Además, las concentraciones séricas de gabapentina con dosis normalizadas se correlacionaron positivamente con la creatinina sérica, lo que indica que se necesita mayor precaución en la enfermedad renal más avanzada.

Se han realizado estudios previos que evaluaron el efecto de la gabapentina sobre la PA en pacientes felinos normales, pero no se ha evaluado el efecto de la gabapentina sobre la PA en gatos con ERC.

ESTUDIO EN GATOS NORMALES Y GATOS CON ENFERMEDAD RENAL

Así, el objetivo de un trabajo realizado en EE UU fue evaluar el efecto de la gabapentina sobre la PA en gatos con y sin ERC. La hipótesis probada fue que la gabapentina daría como resultado una presión arterial significativamente más baja en comparación con un placebo. Una hipótesis secundaria fue que este efecto sería más pronunciado en gatos con ERC.

Llevaron a cabo un estudio cruzado, aleatorizado, ciego y controlado con placebo. Se incluyeron un total de 29 gatos: 13 gatos con ERC estable (estadio IRIS 2-4) y 16 gatos aparentemente sanos (creatinina sérica <1,6 mg/dl y gravedad específica de la orina >1,035). Los gatos fueron evaluados dos veces, con aproximadamente 1 semana de diferencia, y la PA (esfigmomanometría Doppler) se obtuvo 3 h después de que los gatos recibieron una dosis única de gabapentina 10 mg/kg VO o placebo. Para cada gato, se obtuvieron lecturas de PA en cada visita utilizando la misma unidad Doppler y esfigmomanómetro.

Después de la administración de una dosis única de gabapentina (10 mg/kg VO), “la PA fue significativamente menor (mediana 122 mmHg) que después de la administración del placebo (mediana 150 mmHg).

En el subgrupo de ERC, la PA fue significativamente menor después de la administración de gabapentina (mediana 129 mmHg) que después de la administración de placebo (mediana 155 mmHg).

SIN DIFERENCIA ENTRE LOS SUBGRUPOS

En el subgrupo de gatos sanos, la PA fue significativamente menor después de la administración de gabapentina (mediana 121 mmHg) que después de la administración del placebo (mediana 137 mmHg). Es decir, “el cambio medio en la PA fue de -12 mmHg (rango -95 a 10) para gatos sanos y -12 mmHg (rango -43 a 21) para gatos con ERC (sin diferencias significativas entre subgrupos).

Ante estos hallazgos, han explicado que “los datos recopilados en este estudio no respaldaron la hipótesis secundaria de que el cambio medio en la PA como resultado de la administración de gabapentina sería mayor en gatos con ERC”. Sin embargo, “sólo en gatos con ERC el grado de cambio en la PA entre las visitas de placebo y gabapentina se correlacionó con las concentraciones séricas de gabapentina, y los gatos que experimentaron una mayor disminución en la PA tuvieron una mayor concentración sérica de gabapentina”. Además, “los gatos con ERC tenían puntuaciones de sedación significativamente más altas que los gatos normales”.

Dada la eliminación renal de la gabapentina y su farmacocinética alterada en la ERC, estos datos en conjunto “respaldan el uso cauteloso a la dosis más baja necesaria en esta población de pacientes”.

“La gabapentina tiene un efecto sobre la presión arterial en gatos con y sin ERC y este efecto parece ser algo más que el resultado de la reducción del estrés”, indican. Estos hallazgos “deben tenerse en cuenta cuando se administra gabapentina a pacientes en los que es necesaria la medición de la PA”, concluyen.