Descubren un nuevo virus y una inusual bacteria en garrapatas de murciélagos en España

En el contexto de One Health, la vida silvestre pueden considerarse reservorios importantes o huéspedes amplificadores de patógenos emergentes. Entre los factores relacionados con la transmisión interespecífica y la aparición de patógenos compartidos, el cambio climático, los cambios en el uso del suelo (agricultura, deforestación, urbanización, ganadería, etc.), el aprovisionamiento de alimentos o la invasión humana en el entorno natural favorecen las interacciones a nivel de la fauna-humano y fauna-interfaces domésticas.

Un ejemplo de tales interacciones es la perturbación humana en hábitats adecuados para los murciélagos. Los quirópteros son el segundo orden de mamíferos más numeroso, diverso y extendido, con más de 1.400 especies descritas en todo el mundo. Los murciélagos tienen una amplia variedad de requisitos ecológicos debido a su gran diversidad, y viven en grandes colonias en refugios como cuevas, minas, huecos de árboles y grietas en ecosistemas tanto naturales como urbanos.

Existe una especial preocupación por los murciélagos debido a su relevancia ecológica y sus múltiples servicios ecosistémicos, pero también por razones de salud pública, ya que cada vez se reconoce más que desempeñan un papel importante en la aparición y transmisión de patógenos zoonóticos.

Los virus potencialmente patógenos se han asociado tradicionalmente con estos mamíferos, como Adenoviridae, Nairoviridae, Hantaviridae, Phenuiviridae, supuestos precursores de los virus Coronaviridae asociados a pandemias, familias Flaviviridae, Filoviridae, Paramyxoviridae, Rhabdoviridae, Herpesviridae, Reoviridae y Togaviridae. En los murciélagos también se han descrito otros patógenos compartidos entre humanos, animales domésticos y vida silvestre, como bacterias de los géneros Rickettsia, Anaplasma, Borrelia, Coxiella, Bartonella y Mycoplasma, así como protozoos pertenecientes al filo Apicomplexa como el orden Piroplasmida.

HUÉSPEDES DE PARÁSITOS

Se han informado varias rutas de transmisión para estos patógenos, incluido el contacto directo, la transmisión aérea, a través de un huésped intermediario o incluso vectores. Los murciélagos son huéspedes de una variedad de ectoparásitos artrópodos, entre los que destacan las garrapatas como vectores de algunos patógenos. Aunque las garrapatas asociadas a los murciélagos están poco documentadas, se sabe que los murciélagos son los principales huéspedes de cinco especies de garrapatas en Europa, es decir, tres garrapatas duras Ixodidae (Ixodes ariadnae, Ixodes simplex e Ixodes vespertilionis) y dos garrapatas blandas Argasidae (Argas transgariepinus y Argas vespertilionis).

Estas especies están específicamente adaptadas a la morfología y estilo de vida particular de los murciélagos: gran movilidad, capacidad de vuelo, vida en hábitats específicos como cuevas y grietas, y la resistencia a la temperatura necesaria para vivir en estos lugares. Ocasionalmente, los murciélagos son infestados por otras especies de garrapatas como Ixodes ricinus e Ixodes trianguliceps.

En la España peninsular, donde se han encontrado 31 especies de murciélagos pertenecientes a cuatro familias, hay poca información sobre la fauna de garrapatas de los murciélagos y menos se sabe sobre los patógenos transmitidos por garrapatas (PTB) de interés zoonótico y veterinario que puedan estar presentes.

ESCASAS INVESTIGACIONES DE LOS PATÓGENOS TRANSMITIDOS POR GARRAPATAS DE MURCIÉLAGOS

Dada la actual falta de información sobre el papel de los murciélagos ibéricos en la epidemiología de la PTB, un estudio realizado por Alberto Moraga Fernández, Marta Sánchez Sánchez, Clara Muñoz Hernández, Jorge Sereno Cadierno, Joaquín Vicente e Isabel G. Fernández de Mera del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos SaBio IREC; Xosé Pardavila y João Queirós, ha buscado determinar el rango de huéspedes de las garrapatas de los murciélagos y realizar la caracterización molecular de Anaplasma spp., Rickettsia spp., Coxiella burnetii , Borrelia burgdorferi sl, piroplasmidos, Hepatozoon spp., flavivirus y nairovirus en especies de murciélagos ibéricos y sus garrapatas infectantes.

Se capturaron un total de 732 murciélagos de 25 especies en 38 sitios de muestreo distribuidos en siete provincias de España entre 2018 y 2022.

Se recolectaron 79 garrapatas Ixodes simplex de 31 murciélagos pertenecientes a 8 especies. Todos los murciélagos parasitados fueron capturados en el sureste de España (en la Región de Murcia), excepto un ejemplar de P. pipistrellus que fue recolectado en el oeste de España, concretamente en la provincia de Salamanca. De las ocho especies de murciélagos incluidas en este estudio, la especie con mayor número de individuos que mostraron infestaciones por garrapatas fue M. schreibersii.

Un total de 60 de 79 I. simplex dieron positivo para al menos un patógeno analizado. Un total de 11 garrapatas fueron coinfectadas con al menos dos de estos patógenos. Sin embargo, todas las muestras de sangre fueron negativas. Los autores comentaron que la TBP más abundante fue Rickettsia spp., en el 73,4 % de los animales.

Por otro lado, “Occidentia massiliensis, una especie recientemente descrita de la familia Rickettsiaceae, fue detectada en una garrapata de un murciélago H. savii, que se considera una especie parcialmente migratoria, lo que supone la primera descripción de O. massiliensis en Europa”. Ante el hallazgo han comentado que “la patogenicidad de O. massiliensis aún se desconoce y algunos autores la consideran un endosimbionte de las garrapatas”.

POSIBLE DETECCIÓN DE UN NUEVO NAIROVIRUS

Otro hallazgo notable descubierto por los autores fue que el análisis genético reveló la presencia de A. ovis en tres garrapatas, lo que “es el primer informe de esta especie en I. simplex recolectada de H. savii y M. schreibersii”. No está claro cómo estas garrapatas de murciélago se infectaron con A. ovis, pero esto, consideran, “puede indicar una superposición espacial con especies simpátricas, como el arruí en la Región de Murcia, donde este ungulado abunda en hábitats adecuados para los murciélagos”.

En cuanto a los virus, entre las conclusiones obtenidas, destaca la posible detección de un nuevo nairovirus. “Los resultados de nuestro trabajo apoyan la hipótesis de la identificación de un nuevo nairovirus presente en I. simplex recolectado de un murciélago M. schreibersii”. Estos nairovirus actualmente “no están clasificados y pueden ser los ancestros de muchos virus descritos actualmente”. En este sentido, añaden que las implicaciones del virus para la salud pública requieren más investigación. Para ello “sería recomendable explorar nuevas zonas de muestreo y aumentar el tamaño de la muestra, incluyendo murciélagos no parasitados por garrapatas”.

En resumen, han alertado que estos animales, al igual que las aves, pueden actuar como vehículos para el movimiento de las garrapatas y sus patógenos asociados y, por tanto, desempeñan un papel importante desde la perspectiva de Una Salud. El número de estudios sobre las garrapatas de los murciélagos en España es escaso, “ya que hasta donde sabemos sólo existe uno publicado, y serían necesarios más estudios para dilucidar el papel de los murciélagos y sus garrapatas asociadas como reservorios y vectores de diferentes TBP”. También sería necesario “investigar si los murciélagos pueden verse afectados por estos patógenos y si podrían ser una vía de propagación de ellos”.