La vigilancia eficaz de las garrapatas es fundamental para diagnosticar y prevenir enfermedades transmitidas por garrapatas; sin embargo, Estados Unidos sufre de una cobertura de vigilancia desigual, lo que deja lagunas importantes. Una de esas lagunas existe en Nuevo México, lo que llevó a un equipo a emprender un estudio de vigilancia integral en la parte sur del estado.
El estudio involucró muestreos de garrapatas tanto activos como pasivos en el sur de Nuevo México, centrándose en los condados de Hidalgo, Doña Ana, Otero y Eddy desde junio de 2021 hasta mayo de 2022. Los métodos de muestreo activo incluyeron arrastre y captura con trampas CO₂, mientras que el muestreo pasivo utilizó recolecciones oportunistas de animales. Se recolectaron en diversos entornos, incluida la vida silvestre capturada por cazadores, animales capturados o recolectados por investigadores y mascotas en hospitales, refugios y granjas para animales.
Por un lado, en cuanto al muestreo activo, los autores comentaron que no arrojó garrapatas, lo que “destaca los desafíos de detectar poblaciones de garrapatas solo mediante este método en ciertos entornos”.
El muestreo pasivo, por otro lado, fue más fructífero y arrojó un total de 497 garrapatas. Las especies identificadas incluyeron Carios kelleyi de murciélagos pálidos, Rhipicephalus sanguineus de perros, venados bura y alces de las Montañas Rocosas, Otobius megnini de perros, gatos, caballos y ciervos, Dermacentor parumapertus de perros y liebres, Dermacentor albipictus de gatos domesticados, venados bura y alces de las Montañas Rocosas y Dermacentor spp. del oso negro americano, el alce de las Montañas Rocosas y el venado.
VARIAS GARRAPATAS DIERON POSITIVO EN PATÓGENOS
El ADN del conjunto de garrapatas se examinó para detectar distintos patógenos presentes en ellas. Los autores pudieron detectar Rickettsia parkeri, un agente de la rickettsiosis de la fiebre maculosa, que fue detectado en un grupo de D. parumapertus de una liebre de cola negra en el condado de Luna.
Asimismo, se detectó una especie de rickettsia en seis de siete grupos de garrapatas C. Kelleyi recolectadas de murciélagos pálidos.
Por otro lado, dos garrapatas de R. sanguineus exhibieron anomalías morfológicas. Ambas muestras eran hembras adultas hinchadas recolectadas de un solo perro. Ambos especímenes mostraron anomalías en la cutícula. “Estas anomalías no se detectaron en ninguna otra muestra de garrapatas”, y la causa de dichas anomalías no pudo ser conocida.
Ante estos resultados, los autores han destacado la importancia de la vigilancia pasiva. “El éxito del muestreo pasivo en la detección de una variedad de especies de garrapatas y patógenos subraya su valor en los esfuerzos de vigilancia”. En consecuencia, “los veterinarios y funcionarios de salud pública deberían aprovechar la vigilancia pasiva como método confiable para monitorear las poblaciones de garrapatas y los patógenos asociados”.
Igualmente, añaden que “los hallazgos proporcionan información actualizada sobre la distribución de garrapatas en el sur de Nuevo México, lo cual es crucial para informar a las comunidades médicas, veterinarias y de salud pública sobre los posibles riesgos de enfermedades transmitidas por garrapatas en la región”.
En cuanto a las medidas preventivas, consideran que “los veterinarios deben educar a los dueños de mascotas sobre las estrategias de prevención y control de garrapatas, particularmente en áreas con actividad conocida de garrapatas”. Los controles periódicos de garrapatas y el uso de preventivos contra garrapatas “pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por garrapatas en las mascotas”.
En este sentido, instan a promover la colaboración entre profesionales veterinarios, funcionarios de salud pública e investigadores, punto “esencial para mantener una vigilancia sólida de las garrapatas y mejorar nuestra comprensión de la dinámica de las enfermedades transmitidas por garrapatas”.
En resumen, el estudio destaca la importancia de “llenar los vacíos de vigilancia para mejorar nuestro conocimiento sobre la distribución de las garrapatas y la presencia de patógenos transmitidos por garrapatas”. Al utilizar métodos de vigilancia tanto pasivos como activos, “esta investigación proporciona información valiosa que puede ayudar a proteger la salud pública y el bienestar animal en el sur de Nuevo México”.