Especialistas del Grupo Amascota del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal, A.C. (Conafab) han exhortado sobre los efectos de las dietas BARF en la salud de las mascotas.
Si bien estas se han vuelto cada vez más populares entre los dueños de mascotas, "es importante tener en cuenta que ete tipo de dieta conlleva ciertos peligros y riesgos para la salud de las mascotas si no se implementa de manera adecuada", advierte el Consejo.
Las dietas BARF se basan en imitar una alimentación natural para perros y gatos al ofrecer comida cruda, como carne, huesos, vísceras, frutas y verduras, "pero su nulo control puede generar efectos secundarios".
En primer lugar, es importante saber que en dietas crudas posiblemente prevalecen bacterias como la salmonela o la E. coli y en temporadas de calor aceleran casos de gastroenteritis, que pueden llegar a transmitirse a las personas con las que conviven, especialmente a niños, ancianos e inmunodeprimidos.
Además, pueden generar un desequilibrio nutricional debido a la posible carencia de nutrientes esenciales como vitaminas y minerales, causa de deficiencias nutricionales.
Al incluir huesos puede haber lesiones en el tracto digestivo, aunado a que esta alimentación puede resultar más costosa que las dietas comerciales tradicionales. "Es complejo mantenerla en condiciones adecuadas", señala Conafab.
NO EXISTE EVIDENCIA CIENTÍFICA QUE LAS SUSTENTE
La secretaria del Colegio de Veterinarios de Valencia (ICOVV) y responsable de la Comisión de Clínicos de esta entidad, María Vitoria, ha expresado que “en la actualidad carecemos de evidencias científicas que avalen que estas dietas sean más adecuadas que las comerciales. Lo que sí disponemos es de numerosos estudios que han acreditado los riesgos que las dietas BARF representan tanto para los animales como para las personas”.
Recientemente, un estudio de la Universidad de Bristol (Inglaterra) en el que participaron médicos y veterinarios confirmó que las dietas BARF podrían convertirse incluso en un problema de salud pública. La investigación, que involucró a 600 perros, pretendía indagar por qué se registraba un alto recuento de Escherichia coli en las heces de estos animales. Los resultados revelaron una conexión entre los perros alimentados con carne cruda y la excreción de esta bacteria, concretamente de una cepa resistente a la ciprofloxacina, un antibiótico de amplio espectro. Esto implicaría que una bacteria como ésta, presente en el intestino delgado de humanos, perros y otros mamíferos, pero peligrosa y difícil de eliminar si su concentración es alta, podría estar trasladándose entre seres humanos, animales de granja y perros a través de la alimentación con carne cruda. De manera preocupante, el estudio comprobó que la cepa presente en perros rurales coincidía con la encontrada en el ganado bovino y que los perros de áreas urbanas mostraron mayor probabilidad de compartir bacterias con los humanos. Esta situación sugeriría una red más compleja de vías de infección.
Por otra parte, las facultades de Veterinaria de la Universidad de Utrecht (Holanda) y de Uppsala (Suecia) han estudiado en los últimos años este tipo de dietas y confirmado que existe un riesgo asociado entre ciertos patógenos zoonóticos presentes en la carne cruda y su transmisión tanto a otros animales de compañía como a los seres humanos. Además de la propia E. coli, tales investigaciones se refieren a otra bacteria también muy común, la Salmonella spp, así como al parásito Toxoplasma Gondii, que producen enfermedades que afectan a perros o gatos, que se pueden transmitir a personas y frente a las cuales los antibióticos conocidos suelen tener también una respuesta limitada o incluso nula.
Asimismo, existen escuelas, como la del Colegio Americano de Nutrición Veterinaria, cuyos estudios ratifican que los animales domésticos han evolucionado en su digestión y en su metabolismo, al igual que la especie humana, por lo que este tipo de dieta no sería adecuada.
Finalmente, la Comisión de Clínicos de Pequeños Animales del ICOVV ha mostrado su preocupación por que, pese a la gran cantidad de casos atendidos de patologías asociadas a estas dietas BARF, debido a la información difundida a través de redes sociales, son muchas las familias que siguen interesándose por ellas o que, en el mejor de los casos, acuden al veterinario y preguntan. En última instancia, en caso de apostar por estas dietas, desde el ICOVV se insiste en que es fundamental si cabe la supervisión y el estricto control veterinario para evitar daños o déficits nutricionales. Junto a ello, en tales circunstancias la entidad recomienda ser muy estricto en el manejo y conservación del alimento crudo con el fin de evitar así contaminaciones cruzadas con la comida de las personas que conviven con el animal.
Por ello, "el Consenso para Promover la Nutrición y la Salud de las Mascotas en México, elaborado por especialistas en salud animal, recomienda alimentar a perros y gatos con croquetas y alimentos húmedos, productos inocuos, accesibles y seguros, formulados y enriquecidos con vitaminas y minerales", agrega el Conafab.