En 2023, 14 Estados miembros se vieron afectados por la peste porcina africana (PPA), lo que supuso multiplicar por cinco los brotes en cerdos domésticos en comparación con el año anterior. Estas son las principales conclusiones del último informe epidemiológico anual publicado hoy por la EFSA.
En el caso de los cerdos domésticos, en 2023 se registró el mayor número de brotes de peste porcina africana (PPA) desde 2014. Croacia y Rumanía notificaron el 96 % del número total de brotes (1.929).
El número de brotes en jabalíes en 2023 aumentó un 10 % en comparación con el año anterior. El virus se introdujo por primera vez en Suecia y Croacia y se propagó a nuevas zonas de Italia. También reapareció en Grecia tras una interrupción de dos años.
Alemania, Hungría y Eslovaquia han visto mejorar la situación epidemiológica en sus países, con una disminución del número de focos en jabalíes.
Para detectar los focos de PPA, los expertos de la EFSA recomiendan dar prioridad a la vigilancia pasiva, que incluye la búsqueda y análisis de cadáveres de jabalíes, frente a la vigilancia activa, que implica el análisis de jabalíes cazados.
La vigilancia pasiva, en particular la observación de signos clínicos de la enfermedad, sigue siendo el principal modo de detección de la PPA también en los establecimientos de cerdos domésticos. Por lo tanto, los ganaderos y veterinarios tienen un papel especialmente importante a la hora de notificar casos sospechosos.
En octubre de 2024, la EFSA publicará un dictamen científico en el que revisará los factores de riesgo de aparición, propagación y persistencia del virus de la PPA en las poblaciones de jabalíes, así como en los cerdos domésticos. “Nuestro asesoramiento apoyará a los gestores de riesgos en sus esfuerzos en curso para prevenir, controlar y erradicar la propagación del virus de la PPA”, han comentado.