Según datos recientes, se ha producido un aumento preocupante del 2 % en el uso de antimicrobianos en animales a nivel mundial entre 2019 y 2021, después de varios años consecutivos de disminución significativa.
Estos datos forman parte del último informe sobre el uso de antimicrobianos en animales que se ha publicado en la novena reunión del Grupo de Líderes Mundiales sobre Resistencia a los Antimicrobianos, celebrada en Suecia.
Los antimicrobianos son medicamentos críticos cuya eficacia debe preservarse para el tratamiento, control y, en su caso, prevención de enfermedades infecciosas en animales, humanos y plantas. La resistencia a estos medicamentos se ha convertido en una gran preocupación, ya que pone en peligro la salud de todos, advierten desde la OMSA.
De hecho, los informes económicos ya proyectan una pérdida potencial de 1,8 años de esperanza de vida en todo el mundo para 2035 debido a la resistencia a los antimicrobianos.
Aunque la resistencia a los antimicrobianos es un fenómeno natural, puede verse acelerada en gran medida por el uso indebido y excesivo de antimicrobianos en todos los sectores. En este sentido, los sistemas de seguimiento eficientes son esenciales para fundamentar las decisiones dirigidas al uso responsable de los antimicrobianos.
Desde el año 2015, la OMSA ha estado monitoreando el uso de antimicrobianos en animales como un componente clave de su estrategia para limitar la aparición de RAM. A este respecto, ANIMUSE, la base de datos global sobre el uso antimicrobiano animal, facilita el acceso a este conjunto de información crucial y creciente. Esta iniciativa ha contribuido a triplicar el número de países que cuentan con un sistema de vigilancia en la última década.
Por otra parte, la OMSA explica que, entre las cuatro acciones clave identificadas para abordar eficazmente la resistencia a los antimicrobianos en animales, se debe dar prioridad a las medidas preventivas. Asimismo, cuando estén disponibles, las vacunas pueden ser aliados sólidos para prevenir enfermedades que de otro modo podrían llevar al uso de antimicrobianos. Sin embargo, solo se asignaron seis centavos por cada 10 dólares a I+D en vacunas para la salud animal entre 2017 y 2024, lo que pone de relieve la necesidad de mejorar la investigación, el desarrollo y la implementación de herramientas innovadoras en salud animal.
EL USO DE ANTIMICROBIANOS PARA PROMOVER EL CRECIMIENTO
La promoción del crecimiento significa el uso de antimicrobianos en animales sanos para aumentar la productividad. Si bien se han logrado avances significativos en la eliminación gradual de esta práctica, los datos muestran que todavía la reportan casi el 20 % de los miembros de la OMSA. Lo que es más preocupante es que, al menos, el 11 % todavía utiliza uno o más de los antimicrobianos de mayor importancia y prioridad para la medicina humana, como la colistina, como promotores del crecimiento.
La OMSA continúa alentando a sus miembros a restringir el uso de antimicrobianos únicamente al uso médico veterinario y a entablar un diálogo activo con las partes interesadas para lograr una prohibición total del uso de antimicrobianos como promotores del crecimiento, comenzando con aquellos que son de importancia crítica para la salud de los seres humanos.