En los últimos 30 años, los láseres se han convertido en un método bien establecido de suministro de energía luminosa a la piel para diferentes fines terapéuticos. La irradiación con láser puede inducir un efecto fotobiomodulador en células y tejidos, lo que puede ayudar, por ejemplo, a mitigar la inflamación y el dolor en varios escenarios clínicos. Aunque al término general fotobiomodulación (PBM) se le han asignado muchas definiciones, la PBM se describe mejor como el uso intencional de luz roja o infrarroja cercana (NIR) para producir efectos beneficiosos en el tejido biológico vivo.
El primer postulado de la fotobiología establece que para tener algún efecto biológico, los fotones de luz deben ser absorbidos por cromóforos ubicados dentro del tejido. Según evidencia experimental reciente, el cromóforo más importante es la unidad IV de la citocromo c oxidasa (CCO) de la cadena respiratoria mitocondrial. La absorción de energía por CCO es la interacción principal que desencadena el efecto PBM y da como resultado una mayor señalización celular, producción de ATP mitocondrial y síntesis de factores de crecimiento, así como la atenuación del estrés oxidativo.
Todos estos eventos normalmente están influenciados por parámetros físicos de irradiación, como densidad de energía, longitud de onda, densidad de potencia, modo de emisión (onda pulsada o continua), tiempo de irradiación, así como por parámetros clínicos de irradiación, como área irradiada o números de puntos, aplicación técnica y frecuencia del tratamiento.
EFECTOS DE LA FOTOBIOMODULACIÓN
Los efectos beneficiosos de la PBM para reducir la inflamación y el edema, restaurar el flujo sanguíneo, mejorar la curación de los tejidos e inducir analgesia se han demostrado ampliamente en humanos. Además, también existe una creciente evidencia de que la PBM puede influir en el microbioma. Se ha demostrado que la PBM administrada al abdomen de ratones produjo un cambio significativo en el microbioma intestinal y, en humanos, observaron un cambio en el microbioma en pacientes con Parkinson después del tratamiento con PBM.
La fotobiomodulación también se ha estudiado ampliamente en medicina veterinaria, siendo la cicatrización de heridas el principal campo de su aplicación. La eficacia clínica de la PBM se ha evaluado en lesiones localizadas en la dermatitis atópica canina (CAD), aunque con malos resultados.
La CAD es un síndrome cutáneo inflamatorio hereditario, pruriginoso y predominantemente impulsado por células T, que implica una interacción compleja entre anomalías de la barrera cutánea, sensibilización a alérgenos y disbiosis microbiana. También se han descrito recientemente diferencias en la riqueza microbiana entre perros sanos y alérgicos. Sin embargo, aún no se ha determinado si la disbiosis es causada o es una consecuencia del estado de la DAC y, en la actualidad, no es posible dilucidar el papel patogénico de la disbiosis en la DAC.
En este contexto, el objetivo de una investigación internacional fue evaluar el efecto de BPM en la composición y abundancia del microbioma de la piel de perros atópicos mediante el empleo de una fuente láser de alta potencia y longitud de onda dual. El objetivo era allanar el camino para tratamientos innovadores en enfermedades inflamatorias de la piel como la DAC.
En el estudio se inscribieron veinte perros atópicos propiedad de clientes adultos. Ocho de los veinte perros estaban completamente al aire libre y los demás tanto en el interior como en el exterior. Los perros fueron seleccionados excluyéndose otras dermatosis pruriginosas como la dermatitis alérgica por pulgas, reacciones cutáneas adversas a los alimentos y/o sarna sarcóptica.
El protocolo de diseño del estudio se estableció para cada perro durante 6 días. En el día 1, se procedió a la visita de selección y recolección de hisopos de piel de ambos lados del abdomen para análisis del microbioma. Un lado del abdomen fue tratado con terapia con láser, mientras que el lado contralateral del abdomen no fue tratado y sirvió como control.
CAMBIOS EN STAPHYLOCOCCUS
Se utilizó el mismo protocolo el día 3, mientras que el día 5 se realizó un tercer tratamiento con láser, sin recolección de muestra, y el día 6 se realizó una tercera recolección de hisopos de piel sin tratamiento con láser.
Cuando se comparó intra-individualmente el efecto de la terapia con láser sobre el microbioma de la piel, no se obtuvieron resultados estadísticamente significativos al observar los índices de diversidad. Sin embargo, “observamos una mayor diversidad de taxones y una reducción en la abundancia relativa de S. pseudintermedius en el área tratada de algunos pacientes”.
De acuerdo con estudios anteriores, “nuestros resultados sugieren un posible efecto positivo de la terapia con láser en la reducción de S. pseudintermedius”. Esta observación podría deberse a dos posibles mecanismos, explican los autores: una reducción en la abundancia relativa de S. pseudintermedius o una normalización de todo el microbioma, como se ha demostrado en estudios recientes que involucran el uso de terapia antimicrobiana en pacientes con CAD.
En resumen, “los resultados mostraron que, si bien la composición y diversidad del microbioma no se vieron significativamente afectadas, la fotobiomodulación podría desempeñar un papel en la modulación de la abundancia de especies bacterianas específicas, en particular Staphylococcus, que representan una cepa patógena importante de la piel”.